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Mañana sale el sol

La nueva droga

El juego y las apuestas, un brote que preocupa en la sociedad

Alguien puede escandalizarse cuando se habla de las apuestas deportivas con la denominación de droga, pero así se considera por los expertos en ludopatía, que han visto cómo en los últimos años las asociaciones de ayuda a ludópatas se encuentran desbordadas por esta nueva adicción.

Nunca, en décadas de trabajo, se habían encontrado con un brote de casos como el que sufren en la actualidad, con personas que solo llevan jugando meses, pero que presentan comportamientos patológicos equivalentes a ludópatas que presentan problemas con el juego durante diez años o más.

En apariencia es una droga inocua, que llega a nuestras casas a través de la televisión, radio o redes sociales, avalada por ídolos del deporte, que nos animan a jugar y que lucen en sus camisetas deportivas publicidad de las casas de apuestas, sobre todo si son plantilla de los grandes clubes de fútbol. Te animan a apostar, incluso, cuando es a través de la televisión, sin respetar los horarios infantiles establecidos.

Existen, según los últimos datos computados, unos 700.000 usuarios activos en las casas de apuestas deportivas, bingos virtuales, póker on-line? Medio centenar de empresas con licencia en el negocio presencial y on-line se reparten millones de beneficios, y, la mayoría no tributa en España, sino que lo hacen en territorios de fiscalidad amigable, como Gibraltar y Malta.

Otro dato significativo es que la mayoría de los negocios a pie de calle se instalan en barrios pobres, con niveles altos de paro, e incluso se detectan varios locales de apuestas en la misma calle o plaza. Se han convertido en los nuevos lugares de encuentro de muchos menores y jóvenes.

Los que son mayores de edad, apuestan por lo más jóvenes. No se suele pedir DNI. a los menores para acceder a los locales, y a éstos se les permite jugar a la ruleta, como ellos mismos cuentan, una vez que sus familias o ellos mismos acuden a solicitar ayuda a un servicio especializado. Tampoco pueden jugar on-line, pero se inventan datos para acceder y lo consiguen sin problema.

Hay menores incluso, de 14 ó 15 años que deben miles de euros; jóvenes de entre 20 y 30 años que empiezan jugando 2 euros, ganando con ellos 20 euros y después de tiempo apostando, acaban con deudas en préstamos bancarios de hasta 30.000 euros.

El perfil perfecto para convertirse en una víctima de esta droga responde a personas impacientes, impulsivas, que ven en el juego una forma de ganar dinero fácil y que tienen unos conocimientos deportivos que les dan la sensación de control sobre las apuestas. Se centran en estudiar los equipos, las alineaciones, empiezan a no salir de casa, y cuando se dan cuenta, están atrapados en la tela de araña.

La sociedad está en cambio constante; hay iniciativas que generan beneficios para todos, pero hay otras, que generan grandes problemas.

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