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Palabras para Julia desde Teverga

Un homenaje a la esposa del escritor y periodista Juan Antonio Cabezas

Por el título podrían ser los poemas que José Agustín Goytisolo dedicó con ternura y versos profundos a su hija Julia. Poeta tan amado en Oviedo y querido por este cronista. Pero en esta ocasión las palabras van dirigidas a otra Julia, una rosa nacida en Grado hace cien años y dos más.

Este día atrás se nos fue de las manos en Tapia de Casariego mirando a la mar, que es el morir, Julia Rosa García, esposa que fue del escritor y periodista Juan Antonio Cabezas, para el que siempre los teverganos tendremos un grato recuerdo.

Conocí al autor de "La montaña rebelde" en Oviedo en el 1977, con motivo de un homenaje y retrospectiva que se le rindieron, y en aquellos días le di a conocer el proyecto que este cronista estaba desarrollando de un exhaustivo trabajo sobre el concejo que, con el título de "Teverga, Historia y Vida de un concejo" había puesto en marcha con varios estudiosos bajo mi dirección.

Le solicité, por mediación del también querido y recordado escritor Víctor Alperi, el prólogo, al que no solo accedió de inmediato, sino que en compañía de Julia y su hija Dorita visitaron Teverga en una jornada hermosa con visitas por el concejo, buena gastronomía y la sonrisa infantil de mi hijo Santiago que había visto, el año anterior, la luz del mundo. Recuerdo que al niño le dedicó la vida de "Clarín" y a mí "La montaña rebelde", cuyo escenario tenía lugar en el vecino concejo de Somiedo.

Juan Antonio Cabezas escribía en un largo y bello prólogo: "?Un vistazo al amplio sumario de la obra es suficiente para darse cuenta de la calidad de los trabajos originales que la integran?". El escritor, cuando vio el libro terminado, lo llamó "La gran enciclopedia de Teverga" y quedó admirado de su maquetación y enjundia, añadiendo que: "?todos los concejos asturianos tendrían que tener un libro como éste?". Ahora, cuarenta años después, en la segunda edición, hemos tenido palabras de agradecimiento para aquel amigo de Teverga con quien nos unió una sincera amistad hasta el día de su fallecimiento y despedida cálida y numerosa en el cementerio de Margolles, en Cangas de Onís. Lo siento, Dorita. Pero, ya ves, vuelven a estar juntos con el manojo de poemas que tu padre le volverá a leer.

Y ahora, palabras para Julia. La esposa fiel, generosa y guapa que supo estar a su lado durante tantos años sufriendo las adversidades de la vida: Guerra Civil, cárcel, campos de concentración franquistas y todas la manzanas agrias de aquellos tiempos. Julia fue la sombra de Juan Antonio en todas partes. Alegre, con una sonrisa permanente prendida de los labios y emocionada cuando su marido daba conferencias o tomaba la palabra en algún acto. En su visita a Teverga recuerdo que me dijo que tenía ascendencia tevergana en el pueblo de Riello.

Qué alegría la suya, qué donaire y "savoir faire" en todo momento. La recordaré siempre así con las palabras más bellas a las que me uno con los renglones de su nieta Elvira: "?Y donde estás ahora, mirando a la montaña (rebelde) con tu joven poeta, no te faltarán flores?". También con los narcisos, cidonias y las rosas más rojas de mis valles. Besos.

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