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Defender lo público sin engaños

La necesidad de reorganizar servicios mancomunados

Hace unos días que la Comarca de la Sidra está siendo actualidad, pero no como a mi me gustaría, hablando de las bondades de nuestra tierra para que de nuevo los visitantes puedan disfrutar de nuestro paraÍso sidrero.

Solo las personas que ocupan un cargo público pueden entender las presiones que sufren, los diferentes cambios de ánimo y pensamientos que pasan por nuestras cabezas, por eso entiendo que un Alcalde, y además Presidente de una Mancomunidad tan vital como la de la Sidra, pueda pensar que necesita un tiempo de parón sobre todo si su salud está en riesgo.

Este tiempo en el que hemos coincidido en este órgano supramunicipal ha permitido que se forje una buena relación entre los alcaldes, que ha contribuido a poder seguir tirando, con dificultades, de esta Comarca que todos la sentimos como propia y que no vamos a permitir que nadie desprestigie utilizando a la parte más vulnerable de nuestra sociedad, las personas mayores, ya que van a seguir estando en la prioridad de nuestra acción de gobierno.

Nadie puede cuestionar mi compromiso con lo público en mi calidad de representante sindical y ahora también teniendo presencia en la gestión como Alcalde en Nava. Reconozco que la administración municipal es la peor financiada que nos exige ser estrictos en el gasto y eso es lo que hacemos también en la Comarca, buscar soluciones para garantizar su supervivencia.

Se debe saber que hace escasos meses pudimos con esfuerzo atender la ampliación de jornada demandada por trabajadoras de asistencia a domicilio, para encontrarnos ahora con una petición sindical de reducción a 35 horas. Esto supone más gasto primero y de nuevo aumento del presupuesto al tener que cubrir esas horas con personal de una empresa externa. Esto, a lo que también podría llamarse privatización, no es asunto que parezca preocupar al comité de empresa. Nosotros estamos actuando con buena fe en la negociación y esto es lo que por desgracia no encontramos al otro lado de la mesa.

El servicio de comida a domicilio es testimonial en nuestra Comarca. Lo utilizan un 0,1% de nuestros vecinos y pretendemos, sin eliminarlo, que estas trabajadoras pasen a reforzar el servicio en la ayuda directa a nuestros mayores que es donde de verdad se necesita. El comité de empresa conoce esta negociación y saben de la complicada situación de los ayuntamientos que tiene que rebajar considerablemente sus presupuestos, agravada ahora por la pandemia y la crisis económica.

Todos debemos defender lo público sin engañar a nadie, máxime en estos momentos en que muchas personas lo vuelven a pasar mal por la inestabilidad laboral. No se puede salir diciendo que es esencial que esas trabajadoras lleven comida a un reducido número de usuarios en lugar de priorizar el cuidado a las personas mayores.

Utilizar la defensa de lo público con falsedad y demagogia produce el riesgo de perder la perspectiva de lo realmente importante como servicio público. Quienes están actuando desde la mala fe, creando además incertidumbre entre los propios trabajadores, tendrán que contar por qué llaman privatizar lo que meramente es un cambio de puesto de trabajo para dedicarlo al cuidado de nuestros mayores.

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