"El Carmín es la romería de Asturias". Esa fue una de mis frases en el pregón del Carmín del año pasado, titular de varios medios de comunicación, entre ellos LA NUEVA ESPAÑA.
Un pregón en el que hacía muchas referencias al pasado, presente y futuro de las fiestas a través de una máquina del tiempo, que nos trasladaba desde los años 80 hasta el año 2050.
Lo que nunca me pude imaginar era que antes de llegar a la mitad de este siglo pudiéramos vivir una pandemia, con todo lo que ello conlleva. En abril los polesos y las polesas vivimos unos Güevos Pintos desde nuestros balcones y ahora nos toca vivir unas fiestas del Carmen y Carmín diferentes a como las hemos vivido. Tenemos que ser responsables y cumplir con las distintas medidas de seguridad, como son el uso de la mascarilla, intentar mantener el distanciamiento social y extremar las medidas de higiene. Tenemos que dar ejemplo y evitar las aglomeraciones.
La hostelería siempre tuvo un papel fundamental en nuestras fiestas y así lo mencioné el año pasado en el pregón, y en esta nueva edición los profesionales de la hostelería tendrán un papel aún más importante, ya que nos proporcionarán cierto ambiente festivo, pero no les carguemos con la responsabilidad extra de ser policías de la salud. Con el mismo espíritu que se mantuvo durante Güevos Pintos en época de confinamiento, espero que los comerciantes y vecinos de Pola decoren sus escaparates, engalanen sus ventanas y balcones y los polesos y las polesas salgamos a la calle a vivir nuestra fiesta con la indumentaria "oficial" (tejanos, camiseta blanca y pañuelo azul Asturias al cuello).
Espero que en 2021 podamos volver a la normalidad y vivir nuestras fiestas como siempre lo hicimos y que podamos seguir presumiendo de nuestras fiestas que sin lugar a duda es lo mejor que tenemos.
