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Crítica

Monteserín lleva, en Lena, a la praviana al siglo XXI

Por una feliz conjunción de casualidades "La praviana" de Vital Aza vuelve a hermanar las localidades de Pravia y Lena a través de su adaptador, el escritor y cronista oficial de Pravia, Pepe Monteserín y su director Maxi Rodríguez, natural de Ujo, a escasos kilómetros del concejo lenense. Si a esto le añadimos que la tarea de recuperar la obra del dramaturgo lenense la asume el grupo de teatro gijonés Ververemos, que alquiló el pasado año como espacio teatral la Quinta Bertrand, propiedad de la familia Fernández Nespral, emparentada con el escritor, entonces la carambola que se produce es ya providencial. A dicha compañía tenemos que agradecerle la iniciativa y el tesón que han demostrado en recuperar al dramaturgo, pues ya el verano pasado nos deleitaron con la brillante puesta en escena de "Las codornices", dirigida por Manuel Pizarro. Vital Aza forma parte de nuestro patrimonio cultural y urge reivindicarlo y rescatarlo de un olvido muchas veces inmerecido. En 2006 la compañía La capacha montó una de sus piezas más conocidas, "El sombrero de copa", sin embargo no es un autor que se prodigue mucho en los escenarios asturianos.

"La praviana", es una comedia en un acto y en prosa que se estrenó en el Teatro Lara de Madrid el 8 de febrero de 1896. Gracias a la ingeniosa adaptación de Monteserín, el costumbrismo un tanto folclórico del original se convierte en una pieza jocosa y desenfadada que se enriquece con los localismos pravianos.

La costurera Ramona, convertida en una reputada repostera que se ha hecho viral en internet con su página de bollinas, las plantaciones de kiwis del novio de ésta, un ecologista de Greenpeace, estudiante de arquitectura efímera o la obra de elevación del puente de Peñaullán debido al cambio climático, motivo de la llegada a Pravia de los dos ingenieros, son algunas de las variantes. No olvidemos que algunos elementos son autobiográficos, pues Vital Aza en su juventud participó en la construcción del ferrocarril Oviedo-Gijón. La diglosia funciona muy bien, los tres personajes nativos se expresan en un asturiano normativo, revisado por Roberto González-Quevedo, y las dos parejas de madrileños en castellano.

La dirección de Maxi Rodríguez consigue sacar todo el partido a esta comedia, dotándola de un ritmo ágil y una oportuna duración de una hora. Los personajes presentan un tratamiento propio del cómic, apoyado también desde el vestuario colorista firmado por Azucena Rico. Las interpretaciones, muy acertadas en su conjunto, consiguen una puesta en escena jovial y festiva que cautiva al espectador.

Destaca Paula Mata, la candorosa sobrina de Doña Purificación, que nos encandila con su voz deliciosa entonando los sones de "La praviana", y que al ser confundida con Ramona, crea el equívoco en torno al que gira la acción dramática, y que Monteserín supo reflejar en el título de la "La praviana de Madrid".

Merece, pues, la pena acercarse a Pola de Lena este fin de semana a disfrutar de esta divertida puesta al día del comediógrafo lenense, presidente y fundador de la Sociedad de Autores de España, que nunca perdió la vinculación con su tierra natal. No desaprovechemos la oportunidad de rendirle un homenaje. El conocimiento de nuestros autores es lo que da sentido a una comunidad y la dota de identidad.

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