Doy por cierto que en el Ayuntamiento de Mieres existe un dispositivo de control, medición y estudio sobre las distintas densidades del movimiento del tráfico por su principal casco urbano. Ante ello me declaro plenamente respetuoso y, a la vez, profano. Sin embargo, a golpe de moverse en turismo por ese escenario, uno observa y descubre ciertas situaciones un tanto dudosas. La mayoría pasan desapercibidas, dado que no constituyen un problema de cierta entidad. Pero recientemente hemos observado un cambio que está, a nuestro modo de pensar, provocando determinadas dificultades. Y a su detalle vamos.

La calle Valeriano Miranda adquirió con la puesta en escena de la urbanización de la Mayacina billete de primera en el conjunto trafiquil de Mieres. Hasta tal punto que, desde Manuel Llaneza dispone de dos juegos de semáforos (con Alas Clarín y Alfonso Camín) facilitando la apertura abierta y fluida hacia la de Gonzalo G. Quirós, ya en la zona residencial de Vega de Arriba. Pues bien, dada estas circunstancias cabe destacar que dispone, en su única dirección hacia el sur de la villa de dos carriles, uno a la derecha, el que facilita también el giro hacia la nueva calle de Hnos. González Peña -de doble dirección- y el segundo hacia la vía denominada de Fernández Iguanzo -de dos carriles- mientras que el de la izquierda permite girar hacia Alas Clarín, Monte Llosorio y más adelante con dirección a la plaza de los Sindicatos Mineros.

Toda esta exposición viene a cuento ante una circunstancia reciente. Hace un par de semanas se inutilizó el juego de semáforos de nuestra protagonista con Alfonso Camín (solo un carril) y Fernández Iguanzo, se supone que por razones de peso. A su nueva puesta de largo se observa que el tiempo otorgado al color verde de libre paso -dirección Alfonso Camín a Mayacina o V. Miranda- es bastante más corto que anteriormente, hasta el punto de provocar, en la arteria del poeta gijonés, parones y colas de cierta dimensión de pisar el freno cuando se "dispara" el rojo, lo que llega a provocar, incluso, en ciertas ocasiones, dificultades para el cruce con Martínez de Vega y su dirección rumbo a Manuel Llaneza.

Con la mayor de las humildades y en plan simple de demandar información, preguntamos: ¿Está bien medida esta nueva situación, considerando que, si bien es cierto que Valeriano Miranda soporta un movimiento de vehículos de bastante consideración, cuenta a la vez con doble carril, mientras que Alfonso Camín, con uno solo, ofrece también una intensidad de alto voltaje? A simple vista se nota que las cosas han cambiando. ¿Para bien o para mal? Ustedes dirán.

La propuesta: En la tertulia "Por el Camino?", a veces, la gente, necesita explayarse de la forma más satisfactoria, es decir, reconociendo las pocas buenas notas que arroja, de vez en cuando, la sociedad mierense. Ahí va una de ellas. La AMA (Asociación de Músicos Asturianos) tiene previsto celebrar, el próximo veinticuatro de febrero, en el Teatro Filarmónica de Oviedo, la gala de sus premios anuales. Pues miren por donde Mieres estará representado por algunos candidatos como el grupo de gaitas "Prau Llerón", dentro del capítulo de promoción de los valores folclóricos asturianos, y por el instrumentista Juan Flores, a quien tuvimos oportunidad de presentar en uno de nuestros reportajes. Enhorabuena pues a nuestra representación.

La Crítica: Nada se oye, nadie comenta, al igual que si el asunto hubiese pasado por el tamiz de los olvidos. ¿No estaba el Ayuntamiento y la Fundación de Caja de Asturias en negociaciones para ceder y habilitar las instalaciones de la calle Jerónimo Ibrán? Pues mire usted que se inicia el 2017 y no asoma el menor ruido sobre la cuestión. Superadas las fiestas y fastos de fin de año anterior y comienzos del actual, unas simples señales de que el asunto no está en vía muerta traerían cierto viento optimista a la ciudadanía.