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A mi aire

Descarbonización

El proceso para cerrar las minas y las térmicas y el impacto en las Cuencas

El término se la trae, pero significa con rotundidad el tiro de gracia, que no por esperado, pero sin transición alguna, acaban de darnos a los habitantes de las Cuencas.

Casi sin darle tiempo a asentar sus posaderas en el sillón ministerial la ministra Ribera, que ignoro si tienen veleidades taurinas, pero nos clavó una estocada hasta la bola.

Eso sí, todo aliñado con la palabrería al uso, como "transición justa", "compensaciones diversas", "incentivos al empleo" o "inversiones alternativas".

Todo muy guapo, al igual que en su momento el maná de los fondos mineros, que iban a crear centenares de puestos de trabajo, nuevas industrias, y asentar población hasta los límites de los tiempos del oro negro. El final ya se sabe: desbandada general ante la falta de oportunidades, descenso de población, y Cuencas cada vez más envejecidas.

Los fondos sirvieron para que muchos se convirtieran de la noche a la mañana en millonarios de nuevo cuño a base de cazar subvenciones u obras innecesarias que ahí siguen muertas de risa listas para el derribo.

El lobo que en su momento anuncio Almunia ya llegó, y a Pedro Sánchez le va a tocar bajar la persiana. "Buen conocedor de las Cuencas" según sus incensarios, que ahora se van a quedar con el culo al aire en busca de justificaciones, a la par que el resto nos quedaremos en pelota picá sin prendas que nos cubran. Ellos tienen excelente guardarropía. Menudo papelón.

Llegan tiempos de repartir culpas o cargarlas a quien pinte, escaquearse, o salvar muebles, pero habría que pedir cuentas a todos los que en su momento fueron componentes -y beneficiarios- del conocido grupo de "entre todos la mataron, y ella sola se murió" que siguen por ahí tan panchos con visos de seguir años, y más años.

Parece que ya no hay vuelta de hoja, así que adiós térmicas, adiós carbón, adiós empleos, englobado todo en un negrísimo porvenir para el momento actual y las generaciones que vengan.

Igual va a ser lo que nos merecemos por nuestra indolencia y pasividad, anestesiados por prejubilaciones de oro y connivencias con el poder de los que deberían dar ejemplo. Escribo estas líneas en un día que la preocupación en la calle no es otra que el tema Lopetegui- Florentino (menudo par de ejemplares) es lo único que importa. Así que queda todo dicho.

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