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Ventana indiscreta

Actitud "educativa" lamentable

El caso del profesor del IES de Sotrondio que insultaba y vejaba a los alumnos

El Consejero de Educación de Asturias ha actuado sobre lo ocurrido en el IES Calvo Miguel de Sotrondio, donde a un profesor del mismo se la ha abierto proceso de expediente por insultar y vejar a los estudiantes, además de prohibir a las alumnas jugar al fútbol porque es un "deporte de hombres". La asociación de madres y padres del centro educativo atribuyen al profesor actitudes de "racismo" y "sexismo", además de un comportamiento " agresivo y amenazante", acompañado de insultos como "tontos" o "gilipollas". El hecho siendo muy grave, no será el primero ni el último que ocurre en un centro de enseñanza, si bien hay que subrayar que no es lo general y que el profesorado, tanto de secundaria como de primaria, tiene un comportamiento ejemplar con el alumnado.

No son los IES y las escuelas los únicos nichos educativos y de enseñanza; la familia y el entorno social son ejes imprescindibles que juegan un papel transversal y de inclusión en el desarrollo de la persona susceptible de ser educada y enseñada, aspectos que a mi juicio no finalizan en el transcurso de la vida del ser humano. Es lamentable que actitudes "educativas" como la del enseñante que se comenta, puedan herir no sólo al centro sino también al propio sistema educativo, distorsionando la imagen del mismo.

La educación escolar, entendiendo "escuela" en sentido amplio y global, así como las familias involucradas con la misma, están por encima de situaciones reprobables como la ocurrida en el IES. La cual, no desdice en absoluto el papel de la educación y de la enseñanza que en los centros se imparte y que no se limita sólo a la enseñanza académica de contenidos, sino que se extiende a los aprendizajes necesarios para la vida, para el trabajo, para la participación y para la ciudadanía plena. Siendo, con su importancia y necesidad, temas recurrentes en los centros de enseñanza. De tal modo son importantes e imprescindibles que si hubiese una efectiva y real "participación del alumnado" en los centros, tal vez situaciones como la comentada se podría cortar de raíz. Pero lo que ocurre es que más que propiciar realmente la participación, lo que hay es un tutelaje del alumnado que le impide, no conocer sus derechos y sus deberes que seguro los conocen, sino defenderlos.

La necesidad de fortalecer la organización y la participación del alumnado en el centro escolar respectivo viene siendo destacada en el campo de la educación, particularmente desde el pensamiento y las fuerzas progresistas. Hoy, la participación ciudadana permea todos los discursos, a nivel nacional y local. Ha pasado a ser asumida como una bandera necesaria para la mejora de la convivencia entre las personas. Hay un consenso respecto a la misma, también en el ámbito escolar.

No obstante, dicho consenso es más nominal que real, continúa más apegado a la retórica que a los hechos, y se basa en concepciones restringidas de la participación que finaliza en los aspectos instrumentales y que, en el ámbito educativo, se reduce a educación escolar o formal.

Involucrar al alumnado como actor, en los diversos ámbitos y dimensiones de lo educativo, desde el aula de clase, implica la puesta en marcha de una estrategia de participación que debe de ser parte de la propia política educativa del centro, acordada participativamente, delimitando con claridad roles y responsabilidades de cada uno de los actores. En mi opinión, tal participación aseguraría las condiciones de respeto entre profesorado y alumnado.

Exponer el criterio anterior no requiere respaldarse en citas y en estudios, más o menos sesudos, de pedagogos y psicólogos que, algunos, no han pisado un aula, es remitirse al sentido común que sí tienen las personas que están a pie de aula con todo lo que ello implica: miserias, decepciones y, cómo no, la alegría de estar contribuyendo a la educación de futuras ciudadanas y ciudadanos. Lo ocurrido, no debería empañar la labor y el buen hacer de los y las docentes que, sin duda, entre otros, contribuyen a que este país mejore.

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