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A contracorriente

Tiempos de incertidumbre

La difícil situación política del país y el recorrido del actual Gobierno socialista

Estamos viviendo momentos de incertidumbre y preocupación. La política está mandando como nunca en la vida ciudadana española con notables enfrentamientos entre partidos sin el obligado respeto parlamentario y con un trasfondo catalán que no encuentra la vía de la solución y la tranquilidad institucional.

La moción de censura contra el Partido Popular de la mano del obstinado Pedro Sánchez, logró de manera inesperada echar del poder a Mariano Rajoy cuando todo iba por el buen camino económico y social. La corrupción sistemática de los populares afianzó esa moción y convirtió de la noche a la mañana a un neófito Pedro Sánchez en inquilino de la Moncloa, algo que llevaba insistiendo cierto tiempo y que a fuerza de insistencia y apoyado por partidos de compleja diversidad ideológica alcanzó su propósito más deseado. Hoy este joven madrileño de buena familia que estudió en el exclusivo colegio universitario María Cristina de San Lorenzo de El Escorial ha visto colmadas sus intenciones y el objetivo personal de ser Presidente del Gobierno de España. Y desde que llegó al poder parece que tiene clara su acción de gobierno. Por ahora sólo gestos llamativos y buenas palabras, pero lo que necesita España son hechos políticos y realidades tangibles. El recorrido gubernamental de casi dos años se muestra corto de miras y con muchos imposibles para aprobar leyes y alcanzar reformas, junto con una debilidad parlamentaria que pondrá freno a muchas de sus propuestas. El camino para el nuevo gobierno es complicado y los gestos dan ánimo. Lo importante para los gobernados es que haya acción política y el Estado del bienestar no peligre. La gente quiere vivir feliz, sin contratiempos y que el trabajo sea la marca de calidad de un ejecutivo socialista que busca transformar el País en tiempo récord. Es lo que persigue un gobierno decente como proclama su portavoz. Y este ejecutivo busca el entendimiento con Podemos para lograr proyectos, no le queda otra. Constitucionalistas y antisistema en perfecta simbiosis para la regeneración democrática y la reconstrucción de derechos y libertades. Ver veremos...

Maese Pedro es feliz y dichoso en su nuevo cargo. Todo inesperado. Su obstinación alcanzó el premio deseado y ahora ha tocado poder. Los retos son difíciles de llevar a efecto y las ideas muy mediáticas. Reforma laboral, el traslado de los restos de Franco, inmigración, el impuesto de transacciones financieras, el futuro del carbón y las térmicas, la culminación de la unión bancaria y la renovación del consejo de administración de RTVE por la vía de decreto, entre otras actuaciones, son planes en su apretada agenda que intentará resolver cuanto antes. Los hechos políticos son los que marcan una acción de gobierno y con gestos públicos poco se consigue. La opinión pública está expectante del nuevo modo de hacer política de Sánchez. Mientras, su antecesor Mariano Rajoy, inteligente y buen estadista, se largó por la puerta de atrás y se fue a su trabajo de registrador de la propiedad en Santa Pola -Alicante- sin sujetarse, como algunos, a esa paga vitalicia y resolutiva en un gesto inaudito y que le honra. La política es caprichosa y trae estas consecuencias. Nos esperan tiempos convulsos y complejos. A lo mejor Sánchez con su varita mágica y tirando del cajón presupuestario nos hará dichosos a todos... Y es que la complacencia es mala consejera.

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