Justo unas horas después de mostrar mi satisfacción en estas páginas por la presentación de mis cercanos vecinos de Trapa, La Vega y El Carmen, a "Pueblo ejemplar", que convoca la Fundación Princesa de Asturias, me llega la noticia de que el Valle de Samuño vuelve a probar fortuna, lo que no pasa de ser una excelente noticia que Langreo tenga dos representantes en el citado premio.
Langreanos en el Mundo, en este caso el impulsor de la iniciativa, me hace llegar una amplia documentación que recoge con detalle los motivos por los cuales entienden que el Valle de Samuño sea merecedor del premio.
No se les escapa nada, con amplia bibliografía, apoyos de variado tipo: institucional, empresas emblemáticas o particulares, e incluso reivindicaciones de tipo histórico y social de lo mucho que la zona contribuyó muchas décadas sin recibir nada a cambio, y, sobre todo, una gran dosis de ilusión que con el paso del tiempo sigue intacta, pese a reveses anteriores.
Todo ello indica la implicación del grupo, aún con la consciencia de que son muchos los que optan, pero solo gana uno.
Esta sana competencia entre dos zonas de Langreo resulta admirable y, si decía en mi anterior opinión sobre Trapa, La Vega y El Carmen, que tenían ya asegurado el reconocimiento por su ejemplo de unión vecinal, y la empatía de todo su entorno, la propuesta del Valle de Samuño destaca por su evidente solidez, con preparación y argumentos, que con seguridad la hace partir con fundadas esperanzas de que esta vez lo van a conseguir.
En premios de este tipo, resulta un tanto complejo intuir el resultado final, dado que son muchos los entresijos que alrededor de ellos se mueven, amén de presiones políticas, académicas, empresariales, y de variados personajes que quieren meter peseta para llevar el agua a su molino.
El manido tópico de que lo importante es participar, resulta muy guay, y aunque al final todo va a servir de interesante promoción de todos los que se queden en el camino con la lógica decepción, no cabe la menor duda, que en un sentido u otro, la labor bien hecha ahí va a quedar, tanto si se llega a la ansiada cima, o se vuelve a "pinchar". Mucha suerte para ambos.
