No se deja escapar una inversión como la de Asturiana de Laminados por capricho. Para rasgar bien unas vestiduras hacen falta dos manos. La empresa echó ayer las culpas a Hunosa y la hullera replica hoy que para aceptar sus condiciones estaría cayendo en la prevaricación por las pretensiones de Macario Fernández, empresario que reconoce tener luces y sombras en su trayectoria. Hunosa pone en duda la solvencia económica del proyecto y considera difícil encontrar una oferta mejor que la suya para un suelo urbanizado y con servicios en la puerta como la suya. ¿Quién tiene la razón? Asla explicó sus razones y Hunosa las suyas. Habría que conocer la infrahistoria de la negociación para dictar veredicto. Me sorprende la laxitud de las reacciones (Principado, sindicatos...) como si sonara un silbar de tangos por su escaso interés. ¿Hay sombras y dudas? La realidad es que la fuga de la inversión es insoportable para las Cuencas.