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Desde la Meseta

Entran dos y salen dos

Culebrones que duran más que la construcción de El Escorial

Hace algún tiempo que nos les hablo de la novela de la tarde "El secreto de Puente Viejo" y menos aún de doña Francisca. Si ya entonces me quejé de lo que duraba el novelón, hoy rebasa lo que sería la construcción de El Escorial.

Con ese sistema que tienen de dar marcha atrás para recordarnos antiguos episodios y, a la par, desaparecen intérpretes y entran otros nuevos, si ya apuntaba hace tiempo que aquella obra no desaparecería de la escena en unos cuantos años, hoy los dueños de la posada se supone que están en Francia, doña Francisca ni se sabe y algún otro personaje está enterrado, mientras que llegan el carpintero Isaac con la supuesta criada de la que sería su mujer, esta última fallecida de un disparo el día que se iba a casar con Isaac, la novela ahora nos pinta que Elsa no está muerta y si encerrada en un castillo, del que ahora se escapa con el viejo sistema de anudar sábanas, que por cierto se le rompen antes de llegar al suelo.

Bueno y no les cuento más. Si ustedes son pacientes aún de seguir en la televisión y después de comer repetida novela, podrán ver hasta dónde llega el secreto inesperado de un pueblo que avanza hacia la modernidad, porque ahora espera hasta de tener una emisora de radio. Goza de alcaldía, maestra de adultos, dos párrocos, cuartel de Guardia Civil y colmado en el que venden de todo.

Yo sigo pegado a la "caja tonta" por la tarde, aunque a veces echo un pigazu. Pero no hay problema, porque lo que se pierde un día se gana al siguiente con creces, lo, dicho, por lo machacones que son repitiendo viejas escenas.

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