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Ventana indiscreta

Vida para los cementerios

El mal estado de los camposantos de Langreo

LA NUEVA ESPAÑA del 23 del mes pasado, publicaba en la sección correspondiente a la cuenca del Nalón diversas medidas que el Ayuntamiento de Langreo acometerá para la mejora del municipio. Entre las mismas está la mejora de los cementerios por la cuantía de 50.000 euros. Obviamente, esas noticias hay que recibirlas con optimismo y alegrarse de que se vayan cumpliendo objetivos. Sin embargo, el tema del abandono de los cementerios en Langreo es serio y suscita, sobre todo en las redes sociales, numerosas protestas de la ciudadanía.

Voy a retomar el tema con el ánimo que se me entienda y no se argumente, como de costumbre, por parte de prebostes, con el rupestre mantra " de lo mío qué" que suelen aducir a quienes con toda legitimidad reivindican sus derechos.

Hay una expresión popular muy gráfica que dice "No hay donde o no tiene donde caerse muerto". Es posiblemente una exageración la frase, pero en el caso que me ocupa, permítaseme la exagerada licencia. Porque sí, es lamentable el estado en que se encuentran los lugares de reposo eterno de nuestros familiares, amigos y conocidos, por supuesto también de los desconocidos.

Las personas responsables de la administración local son conscientes de esta situación, ya que de sus mismas declaraciones así se deduce: "Langreo reparará los cementerios ante su "lamentable" estado de conservación. El Ayuntamiento, propietario de nueve camposantos, acometerá el plan de forma gradual y destinará fondos para remodelar "uno o dos cada año", Miguel A. Gutiérrez, LNE, 28/10/2015. Es decir hace tres años y en esa fecha ya gobernaba IU-Somos Llangreu.

Desde nuestra situación "pedestre" pensamos que debe de ser difícil para las administraciones locales, en este caso la de Langreo, priorizar y distribuir el presupuesto económico destinado a los diferentes casos del municipio; ya no digo satisfacer a los ciudadanos y a las ciudadanas. Pero esa supuesta dificultad de la que la ciudadanía no tendría obligación de tener conocimiento, ¿o tal vez sí?, dada la "participación ciudadana" que desde el Consistorio se publicita, a lo mejor la tal dificultad, digo, harían las quejas hacia los gobiernos locales, incluyendo el langreano, injustas e infundadas. No obstante, ese argumento bastante recurrente para disculparse por parte de los y las representantes municipales, parece tener poco recorrido en tanto que la lista de algunas promesas de los programas electorales se eternizan en su ejecución e incluso, en el peor de los casos, nunca llegan.

Los cementerios, más allá de connotaciones religiosas o ideológicas, conforman formas de relación social, son un símbolo de permanencia de los que ya no están, pero que sí "están" en el imaginario colectivo y que aún se quieren y aman. Son, también, un espacio de "memoria social" que está por encima del "más allá" y que se inserta en la vida misma de los vivos. Y estas, las personas vivas, que recuerdan/recordamos a las muertas, somos las que exigimos que en los cementerios de Langreo "haya vida digna". Porque dentro de ese espacio, la historia de cada una de las personas está escrita en las mentes de las familias compartiendo entre sí un acervo identitario que las une, aunque la mayoría no se conozcan. Merecen, pues, los muertos, la dignidad que les corresponde. A ello, eminentes gobernantes locales.

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