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Secretario general del SOMA-FITAG-UGT

El patrimonio industrial minero

El potencial de los elementos en desuso como instrumento de desarrollo territorial y revitalización económica

En la negociación para el "Acuerdo marco para una transición justa de la minería del carbón y desarrollo sostenible de las comarcas mineras para el periodo 2019-2027", en el sentido de las propuestas del SOMA-FITAG-UGT relacionadas con el patrimonio industrial, se recogerá la creación de una línea de ayudas para la recuperación y puesta en valor del patrimonio industrial minero, como fuente de generación de empleo, recursos y una oportunidad de desarrollo. Nuestra apuesta es inequívoca, y aunque corresponda a otros ámbitos de negociación, continuaremos impulsando para que sea atractivo fiscalmente recuperar recursos de patrimonio industrial para convertirlos en contenedores de proyectos industriales o tecnológicos.

El patrimonio industrial minero no es un recurso aislado del entorno, del paisaje, de la ciudad. Es un paisaje que se ha deteriorado primero por la actividad industrial y luego por la desindustrialización. Encauzamientos, barreras ferroviarias, autovías, etc., son obras "lineales", obras que separan, que no integran, que no hacen ciudad.

Partiendo de esta idea básica, tenemos que pensar el patrimonio industrial desde el territorio, situar y fijar el carácter de nuestros recursos patrimoniales en la ordenación del territorio, incardinándolos en estrategias de planeamiento urbano vinculadas a políticas territoriales de mayor escala como la futura Área Central Metropolitana. Debemos integrar los espacios recuperados y por recuperar. Y el patrimonio industrial puede ser el vínculo para esa integración.

Consideramos desde el SOMA-FITAG-UGT que la experiencia acumulada tras dos décadas de intervenciones sobre el patrimonio industrial minero en el ámbito territorial de las comarcas mineras evidencia disfunciones en las actuaciones llevadas a cabo y la ausencia de coordinación y de criterios de reutilización viables.

No se puede seguir con la política de invertir recursos económicos si previamente no se ha diseñado el contenido y uso, pero más importante es el quién se hará cargo del mantenimiento y costes de conservación. Es necesario pasar de la fase de conocimiento de los bienes a la conservación activa mediante la rehabilitación y reutilización realista y sostenible de dichos bienes, priorizando el factor de sostenibilidad.

Para lograr todo esto, es más necesario que nunca que desde el Gobierno del Principado de Asturias se elabore, en el ejercicio las competencias de coordinación que le atribuye la ley del Patrimonio Cultural de Asturias, un plan estratégico que detecte las carencias y ponga en valor nuestro patrimonio industrial minero.

Las líneas básicas que el SOMA-FITAG-UGT propone para el patrimonio industrial minero ya son conocidas. Creación de una red de recursos de patrimonio industrial, una marca turística global que identifique el patrimonio industrial minero, titulaciones oficiales y sostenibilidad económica. A ello debemos añadir nuestra participación en el Grupo de Trabajo sobre Patrimonio Industrial Minero con la participación de la administración autonómica, la Federación Asturiana de Concejos, la Asociación de Comarcas Mineras (ACOM), Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, Universidad de Oviedo, Hunosa y el Centro de Desarrollo y Cooperación Territorial (CeCodet).

El patrimonio industrial no debe verse solo como un conjunto de bienes inmuebles o muebles, también forman parte del mismo las personas que dieron vida a ese patrimonio. Por ello, para el SOMA-FITAG-UGT es necesario proteger la cultura minera con los instrumentos que la ley nos facilita promoviendo su declaración como Bien de Interés Cultural Inmaterial por el Principado de Asturias.

Como mantenemos, ahora ha llegado el momento de integrar los espacios recuperados y por recuperar en la ciudad y nuestro abundante patrimonio industrial minero puede ser el nexo para esa integración. En el SOMA-FITAG-UGT no nos gusta quedarnos en teorías generales y sesudos textos que no nos llevan a ningún lado. Así, en 2015 en nuestro documento "Patrimonio industrial minero: Recursos y oportunidades de desarrollo", ya proponíamos diversos usos para recursos de patrimonio industrial de HUNOSA.

Siguiendo la senda del documento de 2015, en nuestra jornada técnica denominada "El Patrimonio Industrial Minero y Rehabilitación del paisaje industrial" celebrada el pasado 1 de octubre en el Campus de las Comarcas Mineras de Mieres, hemos puesto varios ejemplos de cómo el patrimonio industrial minero puede desarrollar esa función integradora en la rehabilitación del paisaje industrial.

El primero de esos ejemplos es la propuesta del SOMA-FITAG-UGT para el pozo San Antonio en Aller. Dicha propuesta consiste en integrarlo en la trama urbana mediante un parque con árboles autóctonos, zonas para ejercicio, pasear o actos culturales al aire libre y que coexistan con el actual aparcamiento y el mantenimiento de la nave del taller para realizar actos bajo techo.

La filosofía del proyecto de San Antonio podría extenderse a otros enclaves de la empresa HUNOSA pero siempre adaptándolo a las necesidades y situaciones particulares de los mismos.

Otros ejemplos de esa posible integración podemos verlos en Mieres, en el Campus de las comarcas mineras y en el río Caudal. Pero estamos seguros que en el resto de las comarcas mineras de Asturias, hay multitud de casos en los que el patrimonio industrial minero puede servir para integrar y regenerar el paisaje industrial degradado.

En las instalaciones del pozo Barredo hay elementos que están en evidente deterioro y desaprovechados para el turismo. Son elementos en pleno casco urbano de Mieres y que necesitan potenciarse y convertirse en símbolo de un Campus Universitario de las comarcas mineras integrado en la ciudad.

Si nos fijamos en el río, el eje del río Caudal se colmató de infraestructuras de transporte, instalaciones mineras e industriales y áreas residenciales. El río fue, por ello, patrimonio natural, físico, pero también económico y urbano y forma parte, por ello, del patrimonio histórico de la minería.

En una primera fase el deterioro ambiental de las aguas y de las riberas fue abordado mediante la depuración y la creación de paseos de ribera, pero la construcción de nuevas infraestructuras, como la autovía, supuso una canalización agresiva del mismo y la consolidación de la separación entre ciudad y río.

La fase de contracción urbana en la que se encuentra Mieres requiere la elaboración de estrategias de regeneración urbana integral, actuando sobre aquellos aspectos que ayuden a mejorar su cualidad urbana y su capacidad de atracción, creando una ciudad amable para la función residencial.

Se hace necesario buscar la integración del río y las riberas fluviales con la estructura urbana, afrontando la recuperación de la relación con el río, modificando su paisaje de infraestructura dura y de canal, de manera que permita su uso para nuevas actividades, en conexión con el eje viario principal, los parques urbanos y con los nodos fundamentales, como el campus y la zona comercial y de ocio, a través de su utilización para actividades deportivas, de ocio, sociales y de contacto con el medio natural.

Conscientes de las limitaciones presupuestarias no se trata de realizar grandes obras, sino de proyectos posibles y asumibles financieramente que hagan por ejemplo un río Caudal más "amigable" con la ciudad.

No debemos olvidar que el patrimonio industrial minero no es la panacea de la recuperación económica de las comarcas mineras, es uno más de los diversos elementos que pueden ayudar a conseguir esa recuperación, pero partiendo siempre desde la creación de un núcleo industrial y energético que reindustrialice las comarcas mineras.

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