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A mi aire

Seis meses

Seis meses son los que quedan para las elecciones autonómicas, europeas y municipales, e igual también las nacionales, cual rebajas de 4 por 1.

Aunque todas ellas nos pueden salpicar de un modo u otro, entiendo que para los ciudadanos de a pie son las municipales las que más nos afectan en nuestro día a día, para bien, o para mal. Las vísperas electorales es cuando se empiezan a notar las prisas por parte de los que han tenido cuatro años para cumplir sus promesas, recuperando la memoria y moviéndose a toda prisa. Llega también el momento de plantear por parte de los vecinos sus peticiones, que ahora sí van a ser escuchadas con buena cara y palmaditas en la espalda, en vez de las pegas habituales.

Dejo a un lado las que me cuentan, para las que necesitaría página diaria, así que simplemente tiro de hemeroteca recogiendo las que plasmé hace cuatro años en vísperas electorales: El desastroso estado de las baldosas en todo el concejo, donde hay que ir mirando para el suelo para no descrismarse. La suciedad y mal estado de los contenedores, así como la tardanza en recoger el contenido de los nuevos para reciclar, e incluso ubicaciones que parecen propuestas por los bancos de turno. Que carguen con ellos los de enfrente.

La suciedad y abandono de los cementerios -el de Lada por ejemplo- con deterioro visible y zonas inaccesibles en su parte alta, ahí siguen. Zonas rurales, que también pagan sus impuestos, dejadas de la mano de Dios. Limpieza regular de los ríos, que se asemejan a selvas, el Montés entre otros, vigilancia más amplia, o una limpieza más visible en todo nuestro entorno. Hay mucho más, todo esto como simple muestra. Habrá que seguir recordando.

Queda dicho que lo aquí expuesto es justamente lo que hace cuatro años escribía, y como se puede comprobar sigue todo en plena vigencia. No me he devanado los sesos con esta opinión. Espero que de una dichosa vez todo se vaya solucionando, y no tener que andar un añu y otru dando el coñazu, sería muy buena señal.

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