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Como el río

¡Que lo pierda el Gobierno!

La historia de Juanín de Tarna, persona de gran ingenio procesada por el franquismo

Viendo, leyendo y oyendo los fallos judiciales que, por ciertos casos, a los encausados en determinados delitos, donde la condena es elevada en años, uno no tiene más remedio que acordarse de Juanín de Tarna, un personaje de los tiempos -malos, por cierto- de la Guerra Civil. Juanín de Tarna, fue célebre, popular e ingenioso.

Y los fallos -o condenas- sobre algunos facinerosos, traficantes de estupefacientes, de trata de blancas, en perversiones, en violaciones, en monstruosidades y en lo que ustedes quieran, son, a veces, tan abultadas que uno se asombra. La última que escuché decía que aun clan de cinco hermanos la condena que tenían que cumplir era superior a los 600 años de cárcel?

Las leyes de la Justicia en España son extrañas. Doscientos años a un individuo por sus incontables tropelías? y, cuando uno se da cuenta, al cabo de algunos años queda libre. Y la gente lisa y llana, se asombra y se pregunta que, si al cabo de 25 años es puesto en libertad, ¿para qué fueron tantos los años de condena? ¿Qué explicación se puede dar para que la gente normal lo entienda?

Como la cosa es más grave de lo que parece, hay que volver a Juanín de Tarna, que en vida se llamó Juan Bautista González Barrial, que tomó la vida a chunga y ni ante los casos más graves perdía su humor y su ingenio. Los que lo conocieron hablaron de él como un ser pequeño, contrahecho, pero que era grande por sus chistes. En nuestro libro "Juanín de Tarna" comentamos de él hasta donde nos ha sido posible averiguar sus historias.

Y como viene a mano lo que la Justicia en España determina a veces, partamos, pues, del célebre tarnín, el cual, condenado en tiempos de guerra y llevado a un campo de prisioneros, se hallaba ante el "tribunal" militar que le iba a juzgar?

"Por cooperar contra el nuevo Gobierno de España y contra su Alzamiento nacional, se le condena y trescientos años en campos de trabajos forzados" ?

Y Juanín de Tarna, ostensiblemente, se miraba y remiraba, tanto que al juez militar le extrañó aquella manera de comportarse del condenado...

-¿Por qué se mira tanto?

-Porque no sé si podré aguantar tantos trabajos forzados con lo pequeño que soy?

-Pero, aparte de ello, ¿cree usted que va a vivir tantos años? -parece que le dijo el juez militar, que quería mofarse de la calamidad ajena.

Y Juanín, que podría ser "poca cosa", como nos contó Hermelinda Pumarada, de Bezanes, en 1999, era cosa grande en cuestión de ingenio y no se arredró al dar respuesta el representante del nuevo orden nacional, el togado militar?

-¡Bueno, hombre, lo que no viva yo, que lo pierda el Gobierno?!

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