Se dicen los olvidados de la minería. Y para hacerse ver y mostrar sus reivindicaciones, han recorrido 150 kilómetros desde Toreno (León) hasta Oviedo. Representan a los trabajadores de las subcontratas de la minería de Asturias y León. Quedaron fuera de los acuerdos y pasan de la mina a la calle. Sin un plan de rescate. Mal debe de estar la cosa. El sector siempre fue criticado por su corporativismo de autodefensa, que internaba no dejar a nadie atrás. Pero cuando ni en Hunosa se puede asegurar que encontrarán resguardo aquellos trabajadores que no alcancen las prejubilaciones, nadie quiere engordar la bolsa del empleo pendiente. Hunosa ha cometido muchos incumplimientos. Más por la cerrazón de la SEPI que por la voluntad de su anterior dirección. La realidad es terca cuando el tiempo la destapa. Queda un terreno en barbecho que necesita mucha siembra y hay pocas semillas.
