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Desde la Meseta

Traslado forzoso

Los enfrentamientos dialécticos entre los diputados en el Congreso

No demasiado lejano uno del otro, podríamos trasladar a la Real Academia de la Lengua Española de la calle Felipe IV al edificio de Las Cortés, situado en la Carrera de San Jerónimo. ¿Por qué?

Muy fácil. Suprimiendo a nuestros académicos, lo que representa un ahorro, pondremos a trabajar, sin gran esfuerzo, a los diputados versados en nuevos vocabularios y amantes de la creación de palabras que hacen resaltar y hasta asustar, a veces, a los votantes que en su día creyeron en ellos como prohombres de una sabiduría desconocida por muchos de nosotros.

Un chiste en un periódico nacional ponía el dibujo gráfico de uno de los leones de Las Cortes, escondido detrás de su pedestal, mientras por su cabeza volaban cuchillos, navajas y otros productos dañinos. ¡Qué cosas, Señor!

Y la Presidenta de las referidas Cortés intentaba poner silencio y llamar la atención a alguno de nuestros votados diputados. Y, es más, se rumoreaba que otro prohombre, no muy conocido por cierto, echaba un escupitajo al Ministro de Asuntos Exteriores, según dijo él, en tanto que el acusado lo negaba: ¡más cosas, Señor!

¡Oiga! ¿Y en la RAE hay estos barullos? Creo que no, aquí reina la paz y la tranquilidad y solo nos enteramos, cada equis tiempo, que añaden o quitan alguna de nuestras palabras del diccionario español o si quieren como decían los antiguos, castellano.

Los presupuestos de 2019 en el aire, en tanto que en Europa nos los rechaza. Y sobre Gibraltar en Bruselas hemos puesto una piedra sobre la vía del "Brexit". Y se dice que las elecciones andaluzas darán luz a más de un partido en liza. Y cuando esto escribo, nuestro Presidente está llegando a Cuba después de treinta y tantos años de una visita de Estado a lo que en su día fue nuestra colonia: ironías de un destino, sin duda.

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