El titular de esta opinión se refiere a término muy conocido en el argot del mundo del ciclismo, en el que algún componente del pelotón se dedica con esfuerzo mínimo a ir a rebufo de sus compañeros y, a la hora de la verdad, aprovecha su esfuerzo para al final subirse al podio e incluso saborear los laureles de vencedor.
Aunque esta metodología no resulta exclusiva de la denominada serpiente multicolor, el sistema es utilizado frecuentemente en otros ámbitos. Son gentes que llevan muchos años en la pomada del poder con capacidad de decisión y mangoneo que salvo medrar nada han hecho.
Ante lo que se avecina, ahora mismo sacan la cabeza para pedir cosas en aras de rédito electoral con el matiz de que otros han insistido decenas de veces en lo mismo, pero antes prefirieron obviar descaradamente.
Afán de protagonismo y rostro pétreo, además de servilismo, todo muy visto, dado que huele a "dilo tú, que a mí, ante la evidencia, me entra risa floja". Pero no me extraña cuando a algún otro hasta le concedieron una placa por no hacer nada.
En fin... que esto de chupar rueda no suele estar muy bien visto, porque se nota a leguas de distancia el oportunismo y básicamente, porque el pueblo, aunque crean lo contrario, hace tiempo que no se chupa el dedo.
