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Velando el fuego

Plano picado

La situación económica y social de la cuenca del Nalón, en la que a veces parece que el sol no sale

Si hiciéramos una estadística de los sucesos que ocurren en nuestras cuencas, y más en concreto en esta (la del Nalón), constataríamos que las diversas opiniones que se manifiestan por los distintos agentes sociales o personas particulares interesadas, están teñidas de un tono desvaído, cuando no ciertamente borroso, hasta el punto de que hay semanas en que parece que el sol se niega a salir. En el lenguaje audiovisual estaríamos refiriéndonos a un plano picado, que transmite, por lo general, una situación de inseguridad e indefensión en el sujeto filmado, algo que se puede entender como un símil de nuestra cuenca, sin que tengamos necesidad de arrugar mucho la frente para comprobarlo.

De sobra son conocidos los pasajes que propician tal desaliento. Hacer una lista de los mismos, tanto de los proyectos incumplidos por negligencia como de los objetivos que solo pretendían echar humo por las volátiles chimeneas electorales, sería una tarea fácil, a la vez que inútil, dado que ya tienen sitio en la mente de todos y, sobre manera, en la de los políticos encargados de encontrar soluciones, sin que hasta la fecha conste que, salvo alguna que otra excepción, se hayan adoptado las medidas oportunas destinadas a disipar la bruma que nos rodea. El eterno problema del soterramiento, la siempre historia interminable del Centro de Enfermedades Neurológicas de Langreo o el continuo tran tan del ferrocarril de Feve que, además de exasperar a los viajeros de Langreo, acentúa día a día su degradación en Asturias, bastarían para levantar acta de tantas desalentadoras esperas.

Y para agregar un borrón más a la cuenta, una paletada de grises y negros de espesa textura, en lo que ya es un cuadro de acusados rasgos tenebristas, habría que referirse a los dos trabajadores despedidos de Capgemini que, pese a haber ganado los juicios, siguen sin ser incorporados a la empresa. En las páginas de este diario de hace unos días se hacía referencia a la situación, al tiempo que se informaba de que la CNT de Langreo había realizado una protesta en el centro de Valnalón. Entre las medidas adoptadas, el sindicato ha organizado, en solidaridad con dichos trabajadores, una caja de resistencia y un festival musical solidario al que ya se han implicado numerosos grupos asturianos.

Tendría dificultades para enviar a una hipotética misiva a los no menos hipotéticos Magos, no sé si de Oriente o de cualquier otra parte del mundo, dado el abundante caudal de peticiones que se me ocurrirían. Pues aunque intentara limitar los renglones de mi carta, aun así no sé bien si sería posible atenderlas todas. Salvo los sempiternos optimistas por naturaleza (confieso que yo lo soy, pero dentro de unos límites razonables), para los que la vida es apenas poco más que juego de cuatro letras, el resto de los habitantes de estas cuencas están acostumbrados a respirar aire viciado la mayor parte de las veces. Agotada la tutela de nuestro padre carbón, y huérfanos de cualquier otra actividad que pudiera sustituirle, tal parece que no nos quede más remedio que vivir en la orfandad, al menos durante un plazo que todo indica que no será corto, precisamente. Dejar a un lado ese plano picado que nos empequeñece, es el objetivo. Otra cosa sea que exista voluntad por parte de quienes son los encargados de adoptar una nueva perspectiva.

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