Algo estamos haciendo mal, muy mal. Es obvio, cuando nuestros jóvenes mejor formados se van a buscarse la vida, bien porque aquí no encuentran un trabajo o porque el que se le ofrece es a sueldo de pobre. Mientras, las carencias de profesionales revientan las costuras de un sistema mal confeccionado y peor cosido. En Aller no hay pediatras, y no los habrá. Habrá quien sostenga que tampoco niños. Las dos plazas ahora vacantes serán atendidas, que no cubiertas, por facultativos del Hospital de Mieres. No es un problema específico del concejo allerano. Este tipo especialistas no los hay en España. Bien porque es una especialidad médica complicada o porque prefieren los hospitales a los centros de salud, como se argumenta desde Sanidad. Seguro que allende nuestras fronteras se han ido unos cuantos. Pongan pediatras, enfermeros, ingenieros... La lista es larga para nuestra vergüenza.