Últimamente anda el personal muy alterado a cuenta de las encuestas, que aunque suelen fallar estrepitosamente, después de los resultados en Andalucía, y con la cita electoral de Mayo en puertas, el temor y la confusión los tiene en vilo.

Los jerifaltes de los partidos se tientan sus ropas y la camisa ya no les llega al cuello, pendientes de los separatistas catalanes, que siguen poniendo precio inasumible para apoyar al actual gobierno.

Ante lo que parece que les viene encima, los equipos dirigentes de los principales partidos hacen piña con el socorrido aviso de "que viene el lobo", básicamente porque la mayoría de ellos llevan décadas viviendo cómodamente de la política, muchos sin oficio ni beneficio, y barruntan que el choyu se les acaba.

El termino Democracia suele estar muy manoseado, y se utiliza por parte de todos cuando les conviene, adaptándolo a sus particulares gustos.

Pero cuando las cosas se tuercen ya no les gusta un pelo y como las orejas del lobo ya se vislumbran, da el comienzo de descalificaciones e insultos a granel, a lo que teóricamente parece que puede llegar a pasos agigantados, y que va a romper sus esquemas anquilosados desde décadas. O eso parece.

Parece lógico que debieran de hacer acto de contrición, analizando los errores que cometieron, que fueron muchos, con Cataluña, entre otros, como el principal, que han sublevado a millones de españoles que les ha llevado a perder la poca fe que ya tenían con los diversos gobernantes, con bajadas de pantalones constantes, que enervan hasta el votante más pasota.

Actualmente la desafección es total y el trasvase de votos, miren en Andalucía, parece que viene cual tsunami al uso, que los va a arrastrar, dejando a muchos de ellos en puritos cueros. Por mucho que pataleen y etiqueten. Que salgan de su jaula dorada, se den una vuelta por el termómetro que marca la temperatura de la calle? y saldrán de dudas.