La Federación de Montañismo y el Principado andan a la greña por los refugios de montaña, algunos tan singulares como el de la Vega de Ario, a los pies del Naranjo de Bulnes, o el de Brañagallones. Los montañeros quieren mejoras e inversiones en las instalaciones para seguir gestionándolos. Deportes replica que no hay más dinero, es lo que hay, lo tomas o lo dejas. Una singular batalla en uno de los más singulares reclamos del Paraíso Natural, sus montañas y parques naturales. Parece razonable que se reclamen inversiones en unas instalaciones que son, además, escaparate de la región. Sorprende que, sin negar sus razones, aunque deben ser explicadas, sea el director regional de Deportes, a punto de abandonar el cargo, según él mismo anunció, quien avive el fuego. Inicia la guerra y deja las batallas para su sucesor o futuros gobiernos. Una estrategia arriesgada cuando se abre un periodo electoral y cuando se maneja material tan sensible como la promoción turística. Bien estaría templar los ánimos y evitar echar más fuego a una región que arde.
