Es un puerto a ninguna parte. La Cubilla en el concejo de Lena ha vivido décadas olvidado de la mano de Dios, bueno, mejor de las autoridades políticas. A unos 1.600 metros de altitud, esta bella atalaya que conduce a los excelentes pastos de la Babia leonesa, frena su camino en el alto donde la carretera se pierde y la pista agroganadera despunta.

Por estos paisajes lenenses de historia, etnografía, arqueología, agricultura y ganadería ven pasar la vida muchos parroquianos enganchados a una calzada estrecha y rodada desde Campomanes hasta Tuiza de Arriba y de Abajo, pasando por Espineo en el Valle del Huerna, Los Pontones, Telledo y Riospaso. Entornos atrayentes de la Asturias sureña con las imponentes Ubiñas de la Almagrera, la Tesa y la Mesa en visión montañera y dadivosa. Caminos infinitos, senderos brillantes que iluminan unos contornos de altura y calidad fotográfica, arroyos ocultos y tejados humeantes en la mañana fría y helada de uno de estos días invernales. Los vecinos de la zona demandan con poco ánimo y deseo larvado que la vieja carretera de arrieros y buhoneros se reforme con garantía y voluntad municipal. La Cubilla, por suerte, está en su momento y la llegada a su cumbre de una etapa de la Vuelta Ciclista a España, en el mes de septiembre, es todo un hecho que comienza a animar y a revolucionar a todos los habitantes de la zona. Sin duda alguna esa realidad deportiva dejará los accesos a este puerto de montaña con un firme adecuado, las orillas perfectas y muchas curvas evitadas. Ojalá sea cierto la renovación de toda la calzada -exigencia de los directivos de la Vuelta- y los esforzados de la ruta, esos corredores intensos de cuerpo duro y alma mágica, disfruten de estas rampas amistosas sujetos a un panorama verde, animado y abierto. La Cubilla vuelve a la vida con un final de etapa, una meta cerca del cielo en unos parajes de ensueño y donde la Asturias meridional se dibuja con garabatos de nobleza, golpes de ánimo y palabras de robledal. Las Ubiñas y su parque natural serán testigos de una subida ciclista con el refrendo de la calidad mediática de TVE y su estrategia de emisión nacional e internacional. ¡Ahí es todo!

Y en la localidad de Los Pontones, el bar Chandicuandia que alude en dialecto local a la historia de un caserío próximo y que oferta viandas caloríficas con la preparación y el sabor que le dan sus propietarios, es un descubrimiento interesante con la razón culinaria por norma. Porque en Lena los productos de cerdo, vacuno y ovino tienen carta de naturaleza, así como los suspiros y los dulces de manzana. Y el puerto de la Cubilla quiere verse pronto en el mapa por su estética agreste y su itinerario directo y presentable. La Cubilla existe y es factible que más pronto que tarde podamos utilizar una excelente carretera que nos lleve a las tierras realengas y de pastos de la Babia vecina. La zona y el futuro turístico la demandan.