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Como el río

De los cordobeyos del Nalón

La chanza de la pesca de estos imaginarios peces

Al buen amigo y por tantas cosas coincidente compañero, Pero R. Cortés -ovetense de asentamiento, allerano de origen y casín de casamiento, además de ex miembro de la ASPET, defensor de la tonada y nostálgico de una Asturias que se nos va lejos- es justo que le citemos aquí, pues que él lo hace algunas veces de nosotros. Y así, a ver si nos dice si son o no son de Aller los Cordobeyos que se decía se pescaban en el Nalón de Laviana?

Obdulio Alonso, sierense de nacimiento, llegó a Polaviana dos años antes del comienzo de la I Guerra Mundial, por tanto, fue en 1912 cuando sus padres se establecieron en la villa polesa de Laviana, donde el cabeza de familia fue Jefe de Estación. Por tanto, Obdulio Alonso, del que hemos publicado algo en "Alto Nalón", llegó a Polaviana el mismo año en que se hundió el gran transatlántico "Titanic" y, por tanto, en que nació el Titanic, equipó de fútbol, que más tarde hubo que castellanizar su nombre y llamarse Titánico, al que, posteriormente se le dieron los honores de Real? que tampoco importó mucho a los fieles aficionados polesos que, para jorobar la cosa, decían Titani.

Obdulio Alonso publicó en 1973 y en este medio una carta pública, recordando "Al tonto del árgoma" (que por lo que hemos sabido, existió y vivió al comienzo del Camino del Horrón) y los mercados de los jueves. Decía, además, que entonces los remansos y pozos del río Nalón estaban llenos de truchas. Y contó un hecho -por extensión que ya venía de atrás- de un fachendoso personaje que llegó a la villa, donde miraba con cierta altivez en torno, mientras conversaba con algún vecino de La Pola. Pronto manifiesta que es un consumado pescador, que sabía todos los secretos del río y del mar?

Y como es fama que en Laviana la chanza abunda, alguien le insinúa que si ya pescó "cordobeyos" alguna vez?

-No, cordobeyos no, ¿qué son?

-¡Ah, pues el tiempu ye adecuau estos días, que hay luna llena de noche! Pero para pescarlos hay que no meter ruido y llevar la nasa preparada, para cuando el cordobeyu vaya río abajo procurar capturarlo?

Y pues que el altivo visitante fue picado de curiosidad, acepta la invitación de acudir con algunos ribereños a la captura del cordobeyu. Se le indica el lugar más adecuado, en las inmediaciones de La Cuaña, cerca de La Chalana, que ya entonces era canción conocida: instan al pescador de cordobeyos por dónde ha de adentrarse al río y subir corriente arriba, pero lo más silenciosamente posible; eso sí, con la nasa dispuesta y una vara para ir dando golpes al agua, mientras los acompañantes por la orilla iban cantando algo así:

"¡Cordobeyu, vente Al cestu, que el piguardo aquí te aguarda!. Si fuera listo y agudo, taría caliente en la cama"...

La historia de este caso y otros más que se solían contar, dice que el fachendoso personaje, al otro día ya estaba esperando a primera hora para coger el tren e irse a otra parte.

En alguna parte, para que la chanza siguiera, se dijo que los cordobeyos habían llegado al Nalón procedentes del río Negro de Aller. De ahí que esperamos que Pedro R. Cortés nos diga algo.

Porque nosotros, acerca de Obdulio Alonso, diremos que, siendo muy joven se va a Cuba, de donde años más tarde regresa a Laviana, con el rango de juez, y donde era visto por la calle subido a una bicicleta del Juzgado al Ayuntamiento y del Ayuntamiento al Juzgado. Fue, además, víctima de un engaño por parte de un empresario minero con el que se había asociado, puesto su dinero, pero la mina tenía poco carbón.

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