No sé si es inexplicable, pero difícil de asumir sí. Las empresas de formación denuncian que la mitad de las plazas de cursos para parados quedan sin cubrir, con la consiguiente pérdida de ayudas. Esta situación sólo puede tener tres razones: un exceso de oferta de los cursos, la desgana acomodaticia de los desempleados o el desinterés por la creencia de que, en realidad, les servirán de poco para encontrar un puesto de trabajo. Las empresas de formación afirman que no hay exceso de cursos, por lo que solamente quedan dos explicaciones. Es posible que haya desempleados acomodados en el cobro de subsidios o en la economía sumergida (cobros en negro); pero no lo es menos que la experiencia de muchos de ellos les ha desanimado a realizar cursos cuya utilidad es seguir engordando un currículum que a pocas empresas interesa. Puede haber vagancia, pero percibo mucho más desánimo.
