¿Cuánto cuesta la educación? ¿Cuánto la cultura? ¿Y aprender música? Suele decirse que no tienen precio, es un intangible. Es cierto y falso a la vez. Al final, todo se paga en euros. Aunque después se mantenga el criterio de que el saber es un valor inmaterial. En la larga polémica del Conservatorio del Nalón existen dos problemas materiales: la legalidad y el dinero. Una ley aprobada por el Gobierno de Rajoy impide a las mancomunidades municipales sostener este tipo de servicios. Los responsables de este ente afirman que puede enfrentarse a demandas de prevaricación (adoptar decisiones a sabiendas de que son ilegales). El Principado rechaza financiarlo por una cuestión monetaria. ¿Quién tiene razón? Más allá de la ley, es decir, para sortearla, sólo queda el camino del dinero. Por tanto, la solución se encuentra en una respuesta. ¿Merece la pena pagar por la música? Creo que sí.
