Hace días fue presentado en Oviedo con enorme éxito y de nuevo lo será en La Foz hoy viernes, 5 de abril. Su título es: "Morcín en la prensa, 1886-1952". Se recogen en él vivencias de ese periodo de años con abundantes relatos y fotografías que darán cumplida satisfacción a todos sus vecinos. Es una forma de dar cariñoso recuerdo a sus antepasados.

Les confieso que hice muchas veces esta ruta en ese viaje del mar a la montaña y a la inversa, mis amigos de Morcín me visitaron en mis destilerías de Ribadesella, cara al Cantábrico. Ello me hace tener por ese lugar, desde años, un entrañable afecto. A él me llevó mi buen amigo Fernando Delgado, casado con la riosellana Belén, para pregonar el quesu d'afuegal'l pitu.

Bendeciré ese momento, ya que desde entonces he sentido el acogedor cariño de sus gentes. He caminado por sus sendas para descubrir su naturaleza, allí donde el Aramo, Monsacro y La Mostayal nos mandan sus brisas, bajo el cantarín sonido de su río, como guardianes fieles de su entorno.

He querido conocer su historia y he lanzado mi mirada a sus tolvas mineras -proyecto hoy del museo de la lechería-. He sabido de su mixta economía de mina y campo, carbón y leche, negro y blanco, colores vivos de su pasado. Hoy, en la actualidad, quiere cuidar sus históricas rutas y hacer del trayecto Oviedo-Monsacro todo un descubrimiento al caminante.

Todo es una búsqueda de formas y matices del sentir de un pueblo como símbolo de progreso y solidaridad humana, para dar a conocer todos los recursos posibles. Este libro viene a despertar recuerdos para citar determinados momentos vividos en artículos de diversos diarios, que contemplan el esfuerzo de nuestros antepasados, abriendo puertas para las nuevas generaciones con el deseo de un futuro de esperanzas.

Servidor que ya a sus años ha sido trotador de caminos por tierras varias debo decir que, para mi, Morcín es lugar de muy gratos recuerdos. No olvido las tertulias de "Los Quijotes" en la rectoral de don José Manuel, disfrutando con los exquisitos guisos de Estrella. Las subidas a sus montañas guiados por el experto Rionda. El certamen de su famoso queso, las fiestas de la Virgen de la Probe y el buen hacer de la Cofradía de los Nabos.

En otras ocasiones he compartido gratos momentos con otros estimados amigos; Jaime Fernández, Sariego, Raúl y el anterior alcalde, Álvarez Barbao, a nivel particular y oficial, tanto en Morcín, como en Ribadesella, para acompañarme en diversos actos, donde nunca faltó la presencia del amigo Jama.

Por todo ello no quise faltar a la presentación de este cuidado libro en LA NUEVA ESPAÑA, con lleno completo, más de trescientas personas. Felicito a la organización. Se desarrolló dentro de un diálogo fluido y ameno. Se nos mostraba la palabra escrita en prensa que el historiador Pedro Rodríguez Cortés fue descubriendo y que Fernando Delgado fue ordenando, con el mimo y el cuidado que en él es costumbre, moderando el acto y recogiendo en el prólogo la verdad de su sentir por el pueblo que lo vio nacer.

Contó Delgado con la colaboración de tres activas mujeres: concejala de Cultura, maestra y bibliotecaria, en las personas de María Perera, Montse García y Noelia Pereira, cada una aportando, con sumo interés, su gran labor para hacer realidad esta obra.

Cerró el acto, con palabras de moción, el alcalde Maximino García Suárez, reflejando su plena satisfacción por el objetivo conseguido, mostrando a su pueblo su agradecimiento.

Así las cosas, procuraré estar hoy día 5 en Morcín, ese "Pueblo Ejemplar" de Asturias, visitado en su día por el Rey Felipe. Me sentiré de nuevo como en casa. Saludaré a la dulce Olaya, la fiel maestra quesera, moldeada por el minero Manuel, apodado el Rana. Probaré su pote de nabos y su exquisito queso y disfrutaré de la amistad que siempre encuentro en este acogedor lugar. A quien aún no lo conoce le invito a visitarlo.