No es habitual que a la presentación de un humilde libro sobre un pequeño concejo acudan más de medio millar de personas ansiosas de tenerlo entre sus manos para abrir sus páginas, y esto ha ocurrido porque son los propios vecinos, a través de sus antepasados, los verdaderos y auténticos protagonistas de la intrahistoria de su municipio reflejada en los textos.
La gran acogida de "Morcín en la prensa (1886-1952)" ha superado todas nuestras expectativas. La puesta de largo de la publicación abarrotó hace unos días el Club de Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA en Oviedo y llenó también el viernes el edificio de servicios múltiples de La Foz de Morcín, para demostrar el gran interés existente por conocer un documento editado con mucho amor y respeto hacia nuestros antepasados, quienes se merecen que nos les olvidemos nunca porque nos han abierto el camino, con mucho sacrificio, para que nuestras vidas fuesen mucho mejor que las suyas.
El libro es fruto del trabajo coral de un grupo de personas de Morcín a las que, enamoradas de su concejo, les apasiona profundizar e investigar sobre la historia de sus vecinos con el fin de poner en valor su noble y esforzada tarea de trabajar con sus brazos, primero en el campo y luego en las minas de carbón, para sacar adelante a sus familias en una época en la que no se tenía acceso a la cultura al ser tiempos difíciles y sacrificados por vivir completamente aislados sin apenas vías de comunicación con el resto de la región.
Quien encendió la mecha para que esta publicación saliese a la luz fue el amigo allerano Pedro Rodríguez Cortés, cronista oficial del Centro Asturiano de Oviedo y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA al que conocí en la Asociación de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET) y quien, desde hace más de dos décadas, me iba entregando, cada vez que coincidíamos, interesantes copias de artículos de prensa antigua con noticias sobre Morcín.
Pedro Cortés destaca por ser un gran investigador periodístico cuyo mayor logro es su desconocida, humilde y desinteresada faceta como ratón de biblioteca que invierte todas sus mañanas en profundizar y divulgar asuntos de gran interés que nos permiten conocer mucho mejor las verdaderas intrahistorias de muchos concejos asturianos. Muchas gracias Pedro por tu dedicación
Pedro me fue entregando las copias, con goteo, durante estos últimos veinte años y las guardé como oro en paño. Alguna la publiqué en LA NUEVA ESPAÑA pero entendía que estas desconocidas e interesantes reseñas periodísticas sobre Morcín merecían un mejor depositario con el fin de que fuesen divulgadas entre sus vecinos para que conocieran algunas curiosas noticias de su propia historia.
Ese fue el motivo que me llevó hace un par de años a comentárselo a Jesús Alvarez Barbao, entonces alcalde de Morcín, y a Rosana, concejala de Cultura, y le entregué toda la documentación a Noelia Pereira, bibliotecaria municipal, quien además de ejercer como fiable depositaria de todo el material, ha realizado la ímproba y minuciosa tarea de picar todos los textos, uno a uno, con todo lo que ello conlleva, ordenarlos y dejarlos preparados para esta publicación. Muchas gracias Noelia por tu dedicación e implicación.
Financiación
Desde luego que no existe mejor guardiana de textos que una bibliotecaria pero para editarlos y sacarlos a la luz nos hacía falta financiación y nuestro proyecto comenzó a convertirse en realidad cuando el pasado mes de enero, unas días antes del certamen del quesu afuega´l pitu, recibí la transcendental llamada de María Perera, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Morcín, interesándose por el proyecto y quien me indicó "tenemos que quedar un día para mirar cómo podemos hacer para publicar el libro con los artículos de prensa antigua sobre el concejo que le dejaste a Noelia en la biblioteca". Muchas gracias María por apoyar e involucrarte en esta publicación y trasladar también nuestro agradecimiento a toda la Corporación Municipal que preside Mino García y sin cuyo apoyo y financiación no hubiera sido posible esta gratuita edición.
Y como no hay dos sin tres, fichamos también para este proyecto a Montse García, morciniega de La Granxa, maestra de profesión y de vocación, vicepresidenta de la asociación de mujeres "So la Malena" y la mejor jugadora de fútbol en la historia de Morcín. Aún mantengo fresco el recuerdo de aquel histórico partido disputado a mediados de los años setenta en La Collá un 15 de agosto, ideado por José Antonio Díaz, entonces secretario de la Hermandad de La Probe, después de bajar de la romería del Monsacro, que rompió los moldes de la época al vestirse de corto un grupo de mujeres de Morcín para dar patadas a un balón. Lo nunca visto, menuda expectación y escándalo se montó. Y Montse ya destacaba de aquella como jugadora siendo la máxima goleadora y por atreverse a participar en actividades que casi estaban prohibidas. Con ella compartimos el amor al Monsacro y a Morcín y ha formado parte del comité de redacción de este libro siendo la responsable de conseguir la mayoría de las fotos que ilustran los textos de esta publicación. Gracias Montse por adelantarte a tu tiempo, por ser como eres y por estar siempre dispuesta a echar horas gratis cuando se trata de trabajar por Morcín.
Con esta alineación de lujo comenzamos a llamar a otros vecinos que nos pudiesen ayudar a recopilar fotos antiguas por las siete parroquias del concejo: José Vicente en Argame, Pepín en La Foz, Nacho en Peñerudes, Inma en La Piñera, Paqui en San Esteban, Natalia y Víctor en San Sebastián y Carmen la de Elías, Rosa la del Sastre, Mari la del Cruce, Reme la de Agustín y Marité en Santolaya. Muchas gracias a todos por vuestra desinteresada colaboración.
Y ahora resulta que tenemos más hierba que pajar, es decir más fotos que textos, pero no os preocupéis porque convertiremos este problema en oportunidad ya que esto nos llevará a editar próximamente una segunda publicación con fotos antiguas recopiladas en las siete parroquias del concejo. Por eso solicitamos a aquellos que nos quieran ceder sus familiares recuerdos fotográficos que pasen por la biblioteca municipal de Santa Eulalia donde Noelia los escaneará y devolverá los originales.
En este libro hemos recopilado treinta y tres reseñas periodísticas seleccionadas entre 1886 y 1952 publicadas en los diarios "El Carbayón", "El Nordeste", "El Gráfico", "Avance", "Región", "La Voz de Asturias" y LA NUEVA ESPAÑA. Y las hemos ilustrado con setenta fotografías antiguas que nos han cedido los vecinos del concejo y que, a buen seguro, van a ser de gran interés para todas las familias del municipio al identificar a muchos antepasados que ya no están entre nosotros.
Primera crónica
Desde la primera crónica de "El Carbayón" que describe el viaje de Norma a Morcín en julio de 1886 para asistir a la romería del Monsacro, quien pernoctó en La Casona de Villar, en Castandiello, propiedad de Luisa Palacio, viuda del ingeniero belga Dionisio Thiry Delmalle, con quien se había casado en 1850 y quien tuvo gran protagonismo en las Minas de Porció, de Arnao y en la Fábrica Pólvora La Manjoya, hasta el último artículo de "Región" que recoge la gran victoria en el campo de fútbol del Remolinón, en Santa Eulalia, del Club Deportivo Morcín sobre Unión Ovetense en julio de 1952 destacando los jugadores locales Horacio y Cesáreo, podrán leer otras treinta interesantes reseñas periodísticas que hacen mención, entre otros temas, a la construcción de caminos y carreteras, al asesinato del cura párroco de Peñerudes en 1904, a la inauguración del mercado en Santolaya en 1929, a la práctica del desnudismo en Peñamiel en 1934 o a los trenes especiales para las fiestas de Argame en 1948.
Esperamos que los disfrutéis al igual que nosotros y en nombre de Noelia, Montse, María y Pedro os damos las gracias por dedicar vuestro tiempo a leerlo al igual que agradecemos al Ayuntamiento de Morcín que haya apostado para que nuestro proyecto se haya convertido en realidad.
Y no quiero ni puedo olvidarme de todas las personas del concejo que han colaborado de un modo totalmente desinteresado para que este libro vea la luz.
Y, por último, recordad: nuestros antepasados se merecen que no les olvidemos nunca porque nos han abierto el camino, con mucho esfuerzo, para que nuestras vidas fuesen mucho mejor que las suyas. Muchas gracias.
