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Tribuna

El ganado de Aller y Sudáfrica

La demanda internacional de carne hizo a principios del pasado siglo subir mucho los precios

A principios del pasado siglo XX el ganado vacuno allerano cruzaba el puerto de San Isidro con destino a alimentar a los soldados ingleses en la guerra de los Boers, en el Transvaal,

El trasvase de ganado de los puertos de montaña asturianos hacia puertos marítimos con destino a Sudáfrica no sólo era sólo por San Isidro o Tarna. Leitariegos, por ejemplo, en enero del año 1900, registraba el paso hacia el mismo destino de rebaños de 1.200 reses vacunas a la semana procedentes de los concejos limítrofes de Cangas de Tineo, Tineo, Allande o Ibias. Los ingleses monopolizaban la compra del ganado en Asturias en un tiempo que aún no existían ni carreteras ni camiones para sus traslados.

El diario ovetense "Las Libertades", de perfil católico, el 20 de diciembre de 1899, tildaba de "incalificable" la situación creada por el monopolio de los agentes ingleses en las ferias y mercados de la provincia del ganado vacuno y caballar con destino a los puertos españoles para las necesidades de la guerra de los británicos.

Se calificaba de "alarmante" qué, "en poco tiempo acá la subida enorme de los precios de la unidad de la carne en las especies más corrientes del consumo, como son vaca y cerdo, subida que se puede significar en la cifra de 60 a 90 pesetas los 100 kilos: es decir, que si antes un kilo valía 1,75, por ejemplo, ahora vale 3 pesetas, cerca del doble precio". Se consideraba un hecho evidente la invasión inglesa en los mercados "por agentes más o menos secretos" y se temía desembocase en un conflicto de orden público y causara un efecto contagio en los demás artículos de primera necesidad. De hecho ya la leche, manteca, hortalizas y frutas habían experimentado una considerable alza que hacía insostenible soportarlo por las clases obreras. De fondo, existía tras la recién pérdida de Cuba, una irritación palpable en España contra Inglaterra por su colaboración con los Estados Unidos en la guerra de la isla Un ejemplo diáfano de aquella irritación fue la noticia insertada en un diario gallego a principios de siglo XX "Ola de calor en Chicago que causa la muerte de 76 personas, de lo cual nos alegramos".

A la crisis citada del fuerte incremento del precio de las carnes y otros artículos de primera necesidad, se añadía en Felechosa, en enero de 1900, una devastadora epidemia en el ganado vacuno, bautizada por los vecinos como "pulmonía", que causó la muerte de 200 cabezas de ganado. Desde la prensa se solicitaba la intervención de las autoridades regionales "para que vean el modo de atajar el mal y de indemnizar a los infelices aldeanos con recursos del fondo de calamidades públicas"

Este era el triste panorama, en general, de los pueblos asturianos a principios del pasado siglo, afectados además por una situación sanitaria gravísima con epidemias recurrentes como el tifus, difteria, y la siempre devastadora tuberculosis, sin olvidarnos de los extremos climáticos que asolaban prados, vegas, o pumaradas, factores decisivos que empujaban a la emigración masiva a Cuba, Argentina y en menor medida a Méjico.

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