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A mi aire

Promesas electorales

Los compromisos de los partidos en época de buscar votos

Se necesitarían las páginas del periódico entero, para registrar los compromisos de los aspirantes a ocupar sillón en las elecciones que dentro de unos días se van a celebrar.

Decir Jauja es quedarse muy corto, pues no se cortan ni un pelo en prometer y prometer. Las cosas más inimaginables entran ahora en el amplísimo vademécum de todos ellos, y aunque pueda tener cierta justificación entre los que no olieron las mieles del poder en su vida, tan solo en puestos de peón, pegacarteles, tiralevitas, o algunos que se estrenan, en otros casos parece difícil justificar que puedan engañar a nadie, salvo a sectarios, o muy conversos.

Pero por ahí andan todos vendiendo su moto averiada, intentando, además, demostrar que es una Harley Davidson.

Suelo guardar los programas que cada año exhiben durante las campañas, y el final resulta siempre el mismo, quizá repleto de buenas intenciones pero conscientes de que acabará en humo, casi todo por imposible. Cualquiera de nosotros puede comprobar que al final de los mandatos coció tanto que menguó tanto que ni se ve.

Así que creería en los partidos o candidatos, que sus promesas fueran con luz y taquígrafos, o en su defecto ante notario, y que si en plazos prudenciales no se cumplieran se fueran sin más a sus casas.

Pero ¡qué va! Una vez asentados, las culpas se irán a los otros, o tiran del decálogo de un conocido político ya extinto, ya saben? "las promesas electorales son para no cumplirlas" o dicho de otra manera, se las lleva el viento. Y dentro de cuatro años más de lo mismo. Somos así de crédulos, o mejor idiotas.

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