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Pasquines y proceso electoral

En defensa de la candidatura de Imagina Mieres

Siempre es difícil elegir representantes, sean éstos del ámbito que sea. Quienes son fieles militantes de partidos verticales que aceptan y acatan lo que sea y venga desde arriba, tienen resuelto el dilema; pero aquellos otros ciudadanos que, o bien no son militantes de partidos, o bien no consiguen aceptar sin más discusión lo que los líderes deciden en cada momento, tienen este difícil dilema cada cuatro años, a veces menos, si por ejemplo hay dimisiones, a veces más, como en el caso de las elecciones europeas que son cada cinco años.

Mucho más difícil es adoptar postura si de forma paralela a la campaña, se producen distorsiones de tipo ético e incluso legal. Pues bien, eso es lo que ha ocurrido en Mieres. Un hecho puntual que es el reparto de pasquines denunciando una situación concreta sobre el actual alcalde desencadenando un sinfín de efectos.

Uno de esos efectos es que, a raíz de la investigación policial llevada a cabo y de las filtraciones informativas de dicha investigación en el mismo momento en que se está llevando a cabo la campaña, ha provocado que haya quedado fuera de juego una de las candidaturas que se presentaban a las elecciones municipales. Resulta complicado sobrevivir a un proceso electoral y casi imposible si la primera noticia en prensa informando sobre el avance de la investigación policial se produce el mismo día del inicio de campaña y señala con fuerza a una de las candidaturas.

En este caso, a Imagina Mieres, desde donde se ha desmentido por todos los medios posibles que el reparto de los citados pasquines sea algo organizado por esta candidatura, desvinculándose y criticando dicha acción; sin embargo, se insiste en señalar a personas de Imagina Mieres y aunque no existan pruebas que vinculen al colectivo como tal, el daño se perpetúa sobre las personas, mujeres y hombres, que nada tienen que ver en tan cobarde hecho.

El delito que presuntamente se ha cometido con esos pasquines probablemente sea de injurias, es decir, una acción o expresión que lesiona la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estima, que, aunque sea grave tiene una pena de multa de seis a catorce meses quedando exento de responsabilidad (según el código penal) probando la verdad de las acusaciones.

La lista de Imagina Mieres, como las demás listas está formada por veintiún personas y tres suplentes, pero? ¿alguien se ha preguntado que ocurrirá si tras la investigación policial resulta que ninguna persona de esta formación acaba sentenciada por un juez como responsable de este atropello? O, ¿si resulta que, dentro de unos meses o años, (todos sabemos de la lentitud de la justicia) tan solo una persona "de relleno" digamos, tenía algo que ver? Mas aún, ¿y si se pusiera en marcha una estrategia de defensa de algún encausado que pruebe que lo que decían los pasquines era cierto?

De momento, la única opción política perjudicada por lo sucedido es Imagina Mieres y las personas que la componen que no han tenido nada que ver con este pasquinazo. Nadie ha salido en prensa señalando esa certeza obvia. Tampoco nadie se ha quejado del posible efecto perturbador que la coincidencia de esas filtraciones con el proceso electoral ha provocado dentro del mismo, ni de los daños que sin duda se producen sobre el proceso democrático que tenemos por delante por eliminar, de esa forma, una alternativa que gracias a su proyecto estaba teniendo una gran acogida entre aquellos mierenses que, como decía al principio, se piensan el sentido de su voto con independencia o no del partido político con el que simpaticen o en algunos casos, también militen.

Esto no parece preocupar a todos los partidos por igual, o al menos no todos han expresado su rechazo o su cautela por si tales sucesos pudiesen afectar al proceso electoral restando pluralidad al mismo dado que, hasta que no haya sentencias, no se debe dañar ni cuestionar la honorabilidad, ni de un alcalde, ni de ningún ciudadano. En vez de eso, si acaso, se les ha visto satisfechos y aliviados de perder un posible competidor en votos sin demostrar que lo importante para la democracia son otras cosas; no que gane una opción concreta, sino que el proceso sea limpio y ejemplar.

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