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Desde la Meseta

El primero en caer

La dimisión de Albert Rivera tras sus malos resultados electorales

El primero, no en ganar las elecciones, sino en irse para su casa, despacho o continuar con su noviazgo. Así acabó, de momento, la vida política de Albert Rivera, que de la misma forma que salió a la luz, en una noche se apagó la claridad.

La misma noche en la que sus votantes cambiaron de tendencia y se pasaron a otros bandos, Albert Rivera ya vio las cosas de otro color y su naranja preferido, pasaba preferentemente a ser del color verde de Vox o al azul del PP. ¡Oiga, y al rojo, ¿qué? El rojo al color descafeinado, pero su jefe seguía afirmando que había ganado las elecciones, pero con un número todavía muy corto como para poder gobernar. El PSOE debe encontrar apoyos, más allá incluso de los que ya parece ofrecer Unidas Podemos con Pablo Iglesias.

Ante la escasez de apoyos, ¿Volveremos a las andadas? Ver veremos, ya saben, porque ahí está Unidas Podemos con su jefe, dispuesto no solo echar una mano a Pedro Sánchez, sino también a ocuparle unos cuantos sillones de ministro o, disculpen, ministra, sino le dan primero una Vicepresidencia. Algo que, hasta hace pocas fechas, los socialistas no estaban dispuestos.

Iglesias, a lo largo de su vida política, no sólo ha mejorado de casa, que ahora también quiere mejorar de posición económica, afirmando que quiere cargarse a la derecha política de este país.

¿Usted no se habrá equivocado al votar, verdad?. Porque si se equivocó después de pensarlo tanto, con su solo voto armó la marimorena.

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