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A mi aire

Lo que viene

El futuro en las administraciones dependientes del Estado tras las elecciones

Las previsiones que casi todos auguraban -salvo el ínclito Tezanos, que además cobra sus buenos euritos pese a fallar más que una escopeta de feria- se cumplieron al pie de la letra.

El sorpresivo abrazo, en horas, de Sánchez e Iglesias, ha sido todo un golpe de efecto, pero le quedan muchas piezas del puzzle por encajar, por que lo que viene no va a ser camino de rosas.

Llegan tiempo de negociaciones, y sobre todo de "peticiones" por parte de todos, pero sobre todo de catalanes y vascos, a lo bestia los primeros, y más diplomáticamente los segundos (territorialidad), con coincidencias en "lo suyo".

El previsible cambio de cromos conlleva cientos de afectados que tendrán que abandonar sus cargos y cedérselos a los que hasta hace un par de días eran adversarios, casi enemigos irreconciliables, con intercambio de lindezas barbaridades e insultos. Las hemerotecas y fonotecas ahí están.

No se irán con la música a otra parte, pero su estatus y categoría van a sufrir merma, aunque su partido les alegrará la vida con lo que pinte, e incluso inventarán chiringuitos al uso para pagarles por los servicios prestados.

Actualmente todos los grupos que tienen votos que ofrecer, se hacen los interesantes, con la conocida cantinela de ¿Qué me das? Para sacar la mayor tajada posible.

Los siempre insatisfechos catalanes y vascos, sobre todo los primeros, mucho nos tememos que la factura a pagar será muy onerosa para el resto de España, y no solo de euritos, sino otra quizá peor, cual es la comprobación fehaciente de que existen un par de Comunidades a las que se les permite todo, que nos chantajean constantemente, y para las que Ley resulta papel mojado.

Desearía equivocarme, pero la cosa no tiene buena pinta, y a la espera de que si al final hay Gobierno, no se bajen los pantalones una vez más.

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