En los momentos más oscuros, como los que viven las comarcas mineras en este periodo de cambio, surgen en ocasiones actuaciones, proyectos o personas que se aparecen como una esperanza. Por ejemplo, el IES Jerónimo González de Sama ha ido acumulando numerosos premios por aquellos inventos surgidos de la imaginación y el buen hacer de estudiantes y profesores, en un trabajo coordinado. Una mano biónica, un "cazapirones", el contenedor de residuos inteligente son algunas de sus buenas iniciativas hechas realidad. O el IES Valle de Aller, cuya Escuela de Cocina es admirada en toda la región por la formación de buenos profesionales que muestran sus avances en semanales jornadas gastronómicas con las dedicatorias más sugerentes y apetitosas. Hay más sin duda, y muchas sumarían un nuevo futuro.
