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Dando la lata

Valeriana

El acuerdo del PSOE y Podemos para gobernar

El vocal de reciclaje de la tertulia del contenedor lleva sin dormir desde que vio la escena del tierno abrazo entre Sánchez e Iglesias. "Se ve que mi presidente nos traspasó el insomnio al 8% de la militancia socialista que votamos no al gobierno de coalición con Podemos", comentó resignado el pobre hombre, que arrastra las ojeras por el suelo. Ayer acudió a la reunión con una infusión de tila y lleva los bolsillos repletos de grageas de valeriana. Y ni así es capaz de pegar ojo.

En atención a su lamentable estado evitamos cualquier referencia a la sentencia de los ERE, no sea que le demos la puntilla, porque está para pocas bromas. El otro día estuvimos tratando de cubicar 600 millones de euros, para hacernos una idea de la magnitud de la mangancia y cuando íbamos por el noveno contenedor dejamos el tema al ver que llegaba nuestro insomne vocal. En su presencia sólo hablamos de progresismo. Ahora todo es progresismo. Y, de tanto hablarlo, ya nos sentimos cada vez más progresistas. Incluso nos estamos planteando denominarnos la tertulia del contenedor progresista. O la tertulia progresista del contenedor, que no lo sabemos muy bien aún. Pero está claro que hemos de adaptarnos a los nuevos tiempos, que auguran un futuro esplendoroso.

"Pero hombre, ¿cómo es posible que un socialista de pro como tú tenga semejante preocupación con el pacto en ciernes que tus correligionarios apoyan con sumo entusiasmo?" - dijo el tesorero intentando animar a nuestro taciturno compañero. "Es cierto: con un gobierno progresista todos seremos también mucho más progresistas. Y eso es bueno, ¿no?", añadió el vicepresidente. Pero, ni por esas. Nuestro vocal no manifestaba el menor síntoma de recuperación del ánimo. "Vamos a ver, un gobierno del PSOE y Podemos con la onerosa aquiescencia de los independentistas y presidido por Pedro: ¿qué podría salir mal?", preguntó el secretario.

Acto seguido, como movidos por un impulso irrefrenable, todos los presentes comenzamos a pedirle al vocal de reciclaje unas cuantas grageas de valeriana.

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