Raúl Martínez Martínez falleció ayer en el HUCA tras una afección cardiaca. Hoy se entierra en Rioseco. Tenía 54 años y un gran corazón. Se había apuntado ya a la comida de diciembre de antiguos compañeros del Seminario, con el entusiasmo de siempre y se ha ido demasiado pronto. Tan rápido como era cuando lo conocimos en el equipo de tenis de mesa del colegio. Raúl fue uno de los mejores y más ágiles al ping pong en Prau Picón. Tras estudiar magisterio, se decantó por funcionario de prisiones y en Villabona ha dejado una estela de profesionalidad y compañerismo. Aunque rememoraba con nostalgia sus años en Nava, nunca abandonó la Cuenca, ni a su madre, a la que enterró hace dos meses. Había cumplido 25 años en la profesión y eso marca. Tal vez por haber estado tanto tiempo en las cárceles, Raúl era un gran amante de la libertad y de la vida.
In memoriam