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El Puente

Comprometida con su tiempo: Matilde Muñoz

La figura de la periodista y crítica musical, estrechamente vinculada con Sama de Langreo

En estos días considero un deber personal sacar del anonimato, dentro del mapa de nuestra geografía local, a una figura de relieve a escala nacional. Estuvo relacionada con la crítica musical, la literatura, el periodismo, la radio, el feminismo y uno se la encuentra, cada vez más, en libros y publicaciones especializadas.

Matilde Muñoz Barberi fue una mujer trabajadora que destacó en su cometido profesional. En un mundo cultural hostil como era, en el espacio de entreguerras, el de la crítica musical en la prensa -en manos de hombres- la joven Matilde pudo y supo afianzarse en su quehacer. Levantó controversias desde el primer instante y hasta un peso pesado del periodismo nacional, como Mariano de Cavia, tuvo que salir en su defensa en la primera página de "El Imparcial" con el artículo "Nuestra distinguida compañera?" A su lado se publicaba la noticia de la concesión de la Gran Cruz de Alfonso XII al periodista aragonés. El mismo 22 de enero de 1915 aparecía una crítica musical firmada por "M" -Matilde Muñoz- bajo el título "La Orquesta Filarmónica" en la que elogiaba especialmente "Cuento fantástico", composición de Rinski Korsakov.

En el próximo mes de abril se cumplirán 125 años de su nacimiento y, me pareció justo y oportuno dedicarle estas líneas a modo de avanzadilla del trabajo en el que me vengo ocupando.

Matilde Muñoz, era hija de un periodista importante, Eduardo Muñoz García, que ejercía la crítica musical en uno de los periódicos más importantes, "El Imparcial". Ya en el final de la vida profesional de su padre, fue tomando el relevo.

En 1917, a los 22 años, Matilde Muñoz publicó su primer libro: "De música. Ensayos de literatura y música" en el que recogía un total de 16 trabajos periodísticos aparecidos en las páginas, casi todos, de "El Imparcial". Ese recopilatorio servirá de base para gran parte de los trabajos dedicados a ella o en los que figura en lugar destacado.

Curiosa y gratificante resulta la vinculación que Matilde Muñoz va a tener con Asturias, y en especial, con Sama de Langreo. No sólo sus visitas estaban relacionadas con trabajos profesionales para las revistas en las que colaboraba, sino que hay muchas otras de tipo familiar que dejaron huellas y que hemos ido, desde hace años, siguiendo con interés. Huellas dejadas en un diario regional así como en otras publicaciones. La casa de sus tíos en Sama fue siempre su refugio asturiano.

En algunas de las más destacadas revistas de la época, la firma de Matilde Muñoz resultaba habitual. Así en la revista "Estampa", y desde el número 1, inició la publicación de una serie de originales entrevistas, "La mujer, en el hogar de los hombres célebres" en la que las féminas dejaban oír su voz.

La serie se inició en casa de la gaditana Manuela Vela y Armando Palacio Valdés. La esposa del novelista repasa y comenta algunos de los pequeños detalles que perfilan la personalidad del autor de "La aldea perdida".

Cuando acudió a casa de Pío Baroja, las mujeres que hablaron del novelista fueron, su hermana Carmen Baroja y la madre, Carmen Nessi Goñi.

Otras entrevistas que hizo para la serie, van desde una figura de la aviación española como Ramón Franco, a autores teatrales tan populares como Carlos Arniches o Eduardo Marquina. Interesante resulta también la que le hizo al médico, periodista, escritor, político, que llegó a ser alcalde de Madrid y Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y de Gracia y Justicia durante el reinado de Alfonso XIII, José Francos Rodríguez.

Matilde Muñoz ha sido una mujer laboriosa, tenaz y sensible como lo demuestra la variada relación de obras: novelas, libros de relatos, antologías y hasta obras de literatura infantil. Y una mujer trabajadora, avanzada en su época, defensora del sufragio universal, amiga de Clara Campoamor, Concha Espina o Josefina Carabias, quienes le ofrecieron un homenaje público en 1935, en Madrid, para celebrar los 20 años que Matilde llevaba ejerciendo el periodismo.

Fue una de las pioneras en la historia de la radiodifusión española y, en 1926, ya está colaborando como guionista en Unión Radio Madrid, llegando a tener programas propios que destacaron y permaneciendo en la emisora hasta 1935.

El cine no le fue ajeno, pues bajo el seudónimo de "Selma Barberi" escribió el guion de "La esfinge maragata", la novela de Concha Espina.

Su posicionamiento político, su ideología liberal, su feminismo y simpatía por la República, así como su destacada pertenencia a la masonería, fueron motivos para que, finalizada la guerra de 1936, los vencedores le prohibieran ejercer como periodista. Esta situación la condujo a tomar la firme decisión de salir de España. Embarcó en 1945, con destino a Cuba y se estableció en La Habana. Encontrándose ya en el exilio, en España curiosamente, se continuaban publicando libros suyos, como los dos de musicología "Historia del Teatro Real" e "Historia de la zarzuela y el género chico" que la Editorial Tesoro lanzó en marzo y septiembre de 1946 respectivamente. Poco tiempo después de su llegada a la isla caribeña, comenzó a trabajar en el diario "El Siglo" y pasado un tiempo retomó su vocación radiofónica, empezando a colaborar en la emisora CMQ, para la que escribió radionovelas como "Tú me robaste su amor" o "Hiel de Vaca", entre otras, hasta su muerte en 1955. Recordar el pulso vital, emocional e intelectual de mujeres de este fuste, rescatarlas en horas en que la igualdad de género está empezando a concitar la tarea común de hombres y mujeres, es una puerta más que se abre para el respeto y la erradicación de esa anacrónica e injusta diferencia, que durante demasiado tiempo fue regla de oro.

Evocar a Matilde Muñoz desde Sama, donde pasó tan buenos momentos y, en unas fechas tan señaladas, es una forma de mostrar gratitud y reconocimiento a su valor como periodista y a su compromiso con la causa femenina.

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