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A contracorriente

La verdad del padre Alejandro Martínez

En recuerdo del sacerdote escolapio lavianés, fallecido en Madrid

Toda su vida estuvo presidida por la solidaridad, el amor a los demás y el entendimiento social. El padre Alejandro Martínez era un escolapio formado en el colegio Loyola de Oviedo. Natural del caserío lavianés de Sospelay en los altos de la Pola, vivió por y para la enseñanza como lo demostró especialmente en su colegio ovetense. En este centro docente representó el ejemplo del servicio integral, coordinando actividades, orientando al alumnado, realizando la eucaristía y ejerciendo de director. Una persona volcada en su labor de entrega a la comunidad y presidida por la verdad, su verdad de hombre íntegro y ejemplar. Alumnos, padres y compañeros de congregación lo califican como un sacerdote dotado con cualidades idóneas para la relación social y la formación en el magisterio.

Su muerte en Madrid, aquejado de una rápida enfermedad, causó hondo pesar en su colegio de Oviedo y en sus próximos de la ciudad, así como en el colegio de los escolapios de Getafe. Hombre de firmes convicciones morales y religiosas, presentaba un estilo de vida abierto y convincente con sus ideas de esfuerzo, trabajo, ánimo vital, filosofía socrática y afecto amigable. Un ideario que reflejó en su congregación local, su alumnado y en la sociedad que compartía cotidianamente.

En Laviana, su concejo natal, lo recuerdan algunos coetáneos y apuntan su capacidad para el entendimiento, la amistad y la organización. Y el padre Alejandro Martínez ha sido un ejemplo más de los muchos sacerdotes lavianeses comprometidos con la causa solidaria y el amor al prójimo, llevando el municipio en el corazón a pesar de acudir poco por su solar natal. Su muerte sentida se recuerda entre los próximos con impotencia, resignación y lamento, sabiendo que su peregrinar vital sirvió como lección, paradigma y parábola de un recorrido completo de un hombre querido y bueno. Ese empeño de nacencia de las gentes de Laviana. Solidaridad, verdad y calidad humana.

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