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En recuerdo del cantante Fidel Díaz Gutiérrez

Homenaje al intérprete de tonada recientemente fallecido en Torrevieja (Alicante)

Recibo una llamada telefónica de Jesús Alonso desde Sotrondio dándome cuenta del fallecimiento de Fidel Díaz Gutiérrez, y leemos un obituario en LNE en la que se aborda sobre todo su vida laboral y su larga estancia en Torrevieja, donde vivió los últimos 40 años. Hoy queremos dedicarle un perfil de su recorrido como cantante de canción asturiana. Fidel, natural de la Hueria de Carrocera, feudo de buenos cantantes, fue un notable intérprete, muy amigo de sus coetáneos Tarín y Gerardo Orviz, con los que compartió escenario en varias ocasiones hasta que el discurrir de la vida los llevó por distintos destinos. Orviz se desplazó a Barcelona y Fidel a Torrevieja en la década de los años setenta del pasado siglo.

Fidel no se prodigó mucho en los concursos de tonada, le recordamos en uno celebrado en Sotrondio en el Teatro Virginia en 1949. En Llanes, en setiembre de 1967, alcanzó el segundo puesto después de Tarín en otro certamen, pero donde adquirió el mayor éxito fue sin duda en el concurso del diario "Región" en 1955 debutando el 15 de enero, llegando a la final el 11 de junio, en un concurso que batió todos los récords de participación o al menos de inscripción: 508, en la final más selectiva de la historia de la tonada.

Fidel grabó un disco en 1973 con catorce canciones entre las que recordamos dos excelentes versiones de "En la gaita traigo Asturias" o "Las cuatro Polas". Por motivos de salud se desplazó a Torrevieja y prácticamente abandonó la tonada, pasando a otra actividad muy asturiana: los bolos, fundando una bolera y organizando su propia peña bolística. Por cierto llama la atención el fenómeno de los bolos en Torrevieja, donde llegaron a coexistir al mismo tiempo, nada menos que siete boleras, en una época, finales del pasado siglo, que llegaron a contabilizarse 2.500 asturianos residentes en la villa alicantina. Fidel fue socio del Centro de Torrevieja y su voz se escuchó, quizá por última vez, en algún acto en honor de la Santina. Descanse en paz.

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