El paso a Marruecos se estrecha cada vez más. ¿Se acuerdan de la cola de vehículos, la mayoría procedentes de Francia? Marroquíes con toda la familia para ver a los suyos y, de paso, llevarles..., ¿regalos, colchones, ropa de vestir? Este año el paso del Estrecho se agudiza, no sé si por culpa del coronavirus, pero es Marruecos quien impide la llegada de compatriotas.
Los problemas económicos se agudizan porque entre Alcoa, Nissan y otras empresas están metiendo en un aprieto a miles de hogares a los que el Gobierno, con sus innumerables consejeros, no sabe ponerles remedio.
Eso sí, don Pedro Sánchez aprovecha, sábado o domingo, para echarnos unas interminables y aburridas peroratas, sin que se dé cuenta que el orador que habla más de media hora no mueve los corazones, sino los culos: terrible.
