Llevar 25 días sin ningún caso nuevo de coronavirus, ser ejemplo en España por la ausencia de contagios y tener el reconocimiento de gestión sanitaria es para estar orgullosos. Sin olvidar que el virus juega a la ruleta y gira sin parar ni conocerse dónde se detendrá. Asturias, con La Mariña lucense confinada y asilada a nuestras puertas, registró ayer un nuevo positivo. Un asturiano que había viajado a Barcelona por motivos laborales. No sabemos dónde nos aguarda. "Asturias, libre de virus" es un buen cartel, incluso reclamo, pero efímero y hasta puede que peligroso por el relajamiento y el efecto llamada. Somos conscientes del elevadísimo riesgo de rebrotes cuando se han abierto las puertas y aflojado las restricciones. Que el maléfico premio de la ruleta puede caernos en mala suerte. No hagamos más apuestas de las necesarias.