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DANDO LA LATA

Aprender

Dependemos unos de otros, es algo que hay que recordar

Diario del coronavirus.

Dice Javier Cercas que, aunque deberíamos aprender de esta pandemia, lo más probable es que no lo hagamos. Eso me temo yo también y que continuemos como si tal cosa, cayendo en los mismos errores, cometiendo las mismas injusticias, actuando como ya quedó demostrado que no nos conduce a nada bueno.

Porque un atolladero tan profundo como el presente ha sacado a la luz nuestras carencias, poniéndonos en el lugar que nos corresponde, evidenciando que, aunque nos consideremos indestructibles, en realidad somos muy vulnerables. Asimismo, la historia de estos meses deja una enseñanza que no conviene olvidar: nos necesitamos unos a otros. A los sanitarios, a los productores de alimentos, a los transportistas, a los suministradores, a los servicios de seguridad y emergencias, al personal de banca, a los trabajadores de sectores esenciales, que son muchos, y, en general, a todos los que participaron en el sostenimiento de un país detenido. Los necesitamos a todos y se necesitan entre ellos.

Porque de nada valen las riquezas si no puedes hacer nada con ellas, si no hay alguien que te acerque la comida a casa, si nadie te proporciona ese medicamento que requieres, si al otro lado de la línea no hay un docente que siga enseñando, si en la planta no hay quien asegure el suministro eléctrico, si del grifo no sale agua.

De verdad que ya estoy harto de tantos anuncios animosos, de juntos lo lograremos, de ésta se sale, de somos un país cojonudo, de cuánto nos queremos. Toda esta ñoñería no busca más que la lágrima fácil, una emoción fugaz y alejar las mentes de una realidad insoslayable.

Hasta que no entendamos que sólo avanzaremos si todos y cada uno de nosotros se remanga y colabora, nada habremos aprendido.

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