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DANDO LA LATA

Peras al olmo

La putrefacción de la partitocracia y la falta de soluciones políticas

A ver, seamos razonables. Vivimos en el país en que se han desenvuelto y, en algunos casos, aún continúan en activo, sujetos como Roldán, el Pequeño Nicolás, Urdangarín, Juan Guerra, Ruiz Mateos, medio PP y otro medio PSOE, Jesús Gil, Villa -el Tigre de Tuilla, emérito virrey de Asturias-, la mayoría absoluta de Convergencia y Unió, Mario Conde, Julián Muñoz, las amistades peligrosas de Juan Carlos I, el doctor Rosado, el Pocero y su despoblado Manhattan toledano, Jaume Matas, el Comisario Villarejo -el espía oficial por todos conocido, demostración de que Mortadelo y Filemón están más próximos a la realidad de lo que creemos-, Filesa, Matesa, Fórum Filatélico, ERES, Malaya, Sofico, un buen puñado de cajas de ahorros, Púnica, Banca Catalana, Palau, Kitchen? escándalos de corrupción a tutiplén, ahora unos, ahora otros, ahora todos a la vez, en cada territorio, multitud de cargos políticos procesados y un buen puñado, condenados, millones de euros robados. Es lo que tenemos, seguramente la resultante de lo que somos. Luego, siendo un poco realistas, no tiene sentido ni posibilidad de éxito la reivindicación de honradez y limpieza. Es lo mismo que pedirle peras al olmo.

Aunque no por previsible deja de ser doloroso. Yo me alineé con el grupo de escépticos que entienden que las presentes dificultades no cambiarán las dinámicas políticas y los hechos nos dan la razón. Esa pancarta no podía ser más atinada : "La solución está en manos del problema". Y una sesión cualquiera en el Parlamento español así lo acredita. Estamos en apuros y serán más graves por su culpa. La partitocracia está podrida y destila su mugre sobre una sociedad que aún no ha entendido que las soluciones no vendrán de una clase política española que no sabe más que arañar en su propio beneficio.

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