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Arquitectura

Las razones de José Manuel Martínez

El arquitecto cangués que deja su huella formativa y constructiva en Valladolid

Uno de los diseños de José Manuel Martínez.

Como saben, la mayor parte de los arquitectos asturianos estudian o en Coruña o en Pucela. Los de este último destino recuerdan, con agradecimiento, a su profesor Chema. José Manuel Martínez Rodríguez (1961), es de las Mestas en Cangas del Narcea, donde su familia tiene el restaurante Marroncín, y hace muchos años se fue a estudiar a Valladolid y allí se quedó, forjando una carrera que no hace más que consolidarse con cada obra, con cada clase de proyectos desde 1986 que se licenció. Éxito sonado, ustedes recordarán, fue el pabellón de Castilla de la Expo de Sevilla (con Darío Álvarez, Josefina Cubero, M. A. de la Iglesia). Le recuerdo aquellos días, acelerado por la inauguración, totalmente pasado, procesando lo que luego sería uno de los edificios más interesantes de aquella fiesta. He aprendido muchas cosas con él y quiero aquí compartir algunas con ustedes:

No hay proyecto pequeño. La arquitectura está en cada ejercicio, en cada concurso, en cada local? y hay que lucharla. Precisamente en proyectos pequeños despliega muchas veces su saber hacer con la combinación de materiales siempre acertada, con el encuentro entre ellos, la precisión en el diseño con el despiece de las carpinterías, o la ondulación puntual de la madera, la acústica, la funciónel gran pilar donde se apoya todo, conocer cómo funciona todo. Y precisamente ese haber vivido el día a día de un restaurante, contribuye a diseñar algunos locales soberbios como el Milvinos, el Cantábrico, Vinotintojoven o cafés como La Central o el Cul de Sac de copas?de modas como el Coccum con terciopelos rojos para Natacha. Cualquiera de Valladolid reconocerá en estas líneas quien les ha hecho el decorado de sus pinchos y cenas, de su vida de fiesta, quien dignificó en gran medida la hostelería en Pucela?

La ilusión con que te cuenta cada obra. Enseñar (mostrando y explicando) el proceso que lo arma todo?

El dibujo. ¡Cómo dibuja Chema! Con que soltura, sin afectación, mostrando lo que ve, con el trazo trémulo, más cálido, con su cajita de acuarelas, dando dos toques y sacando de ellas, toda su poesía y su destreza.

Saber decir que no. También me enseñó Chema, que hay que luchar por el proyecto, pero que si pierdes el afecto del cliente, o ves que cierta gente no respeta tu idea, mejor decir que no, mejor pasar carpeta y dedicar tu tiempo a quien más lo merezca.

La vivienda lo es todo. "Células sistemas lugares. Un proyecto contemporáneo", fue el nombre de su tesis doctoral aunque en realidad la investigación en el campo de la vivienda y su realización está en toda su vida profesional, en obras señeras como las viviendas colectivas junto al puente Mayor de Valladolid, o allí también el de viviendas del Puente Colgante, ambos en ladrillo dibujado con precisión, delineando qué es volumen, qué es plano, qué es dibujo? Separando a veces el color de las hojas batientes del de los marcos (como hacía su paisano Castelao), incrustando en ocasiones mármoles en ellas?También ejercicios de unifamiliares: para un cristalero, pues en cristal. ¿Qué hay que irse hasta Portugal para hacer una casita?, pues si hay respeto y entendimiento con el cliente hasta allí va. No hya proyecto lejano. Casa entre Pinos. Otra preciosa en piedra en Castropol? Y si le encargan, como la suya propia, una reforma de un piso, no dirá "mira, eso para mí es poco", sino "te diseñaré hasta los pomos". La casa Robres, que es una reforma de un piso en el que una pieza armario, estantería, resuelve a su alrededor toda la vida. El espacio, cómo se relacionan las piezas, cómo se desplazan, se entrelazan, cómo las transparencias unen patios, visibles o velados con cristales helados o u-glas? Otras ocasiones entre estos fríos materiales aparecen lamas de madera que contrastan y matizan diferencias? Y también dando vida está EL COLOR, aunque casi siempre como Semper, el material en crudo.

El viaje. Todo esto que sale de Chema, no brota de una tierra yerma, sino de una fuente que constantemente llena con otros lugares, que no para?por sus conferencias, o exposiciones de su obra, o con viajes de escuela con los alumnos, a Siria, a Jordania, a Pompeya, y de allí a Herculano, a Capri y a la casa Malaparte?Viajes y muchos a Inglaterra, Oxford, Oporto?con su libreta y con sus acuarelas?

No hay proyecto pequeño, no hay proyecto lejano, no hay cansancio en la lucha, en discutir, en compartir con cada trabajador su oficio, allí pierde o gana, las horas. La que le absorbe ahora, la última obra, la que tendrá sobre su mesa y pule, lima y mima hasta que al fin logra lo que buscaba y su cabeza dice ¡basta!

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