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Música

Festivales al alza

Los ciclos musicales de verano en la cornisa cantábrica remontan el vuelo

Simon Rattle.

La crisis económica comprometió muy seriamente la vida musical en España. Uno de los formatos más castigados fue el de los festivales que vieron mermadas sus fuentes de ingresos por múltiples vías. Por una parte se produjo una notable disminución del público y, a la par, del mecenazgo privado y, completando la tormenta perfecta, las administraciones públicas redujeron de manera tajante la financiación hasta el punto de que los ciclos menos consolidados tuvieron que cerrar, perdiéndose una actividad que aún no ha regresado y que, en algunos casos, ya no volverá a normalizarse.

Afortunadamente los dos grandes festivales de la cornisa cantábrica, el de Santander y la Quincena Musical de San Sebastián han logrado salir adelante con fórmulas muy ajustadas y ahora están comenzando a lucir un nivel importante con proyectos, algunos de ellos compartidos, de alto interés.

La recuperación se aprecia en Santander este año de manera intensa. Coincide el inicio de agosto con el Concurso de Piano Paloma O'Shea y a lo largo del mes se podrá disfrutar de orquestas del prestigio de la London Symphony con Simon Rattle, la Filarmónica de Rotterdam con Nézet-Seguin, la Orquesta del Festival de Budapest a las órdenes de I van Fischer o las formaciones especializadas Europa Galante y la Academia de Música Antigua de Berlín. En danza, María Pagés y el Ballet de Laussane son las dos citas de mayor tirón. El festival cántabro mantiene su apuesta descentralizadora con conciertos por toda la provincia, además de las grandes citas que se celebran en el Palacio de Festivales de Cantabria. La recuperación del ciclo ha llegado por el peso específico de las propuestas sinfónicas; sólo queda ir ganando, poco a poco, terreno para recuperar las representaciones líricas que, durante años, han sido la seña de identidad del primer tramo del festival.

En San Sebastián sí se mantiene la ópera escenificada. En el Kursaal se podrá ver "La italiana en Argel" de G. Rossini en una puesta en escena de Joan Anton Rechi, dirigida musicalmente por Paolo Arrivabeni. Además, el ciclo se abrirá con una propuesta escénica a cargo de la Fura dels Baus del oratorio "La Creación" de J. Haydn. Comparte la Quincena con Santander orquestas como la de Budapest, Rotterdam o Hamburgo y a estas añade WDR de Colonia con Jukka-Pekka Saraste a la batuta. A ella se unirá en el cierre del festival el Orfeón Donostiarra para llevar a escena el monumental "Réquiem" de H. Berlioz. En danza destaca la compañía de Hervé Koubi y mantiene, como en anteriores ediciones, sus actividades para los más pequeños, el ciclo de órgano, el de música antigua, el de contemporánea o la Quincena andante que saca la música de San Sebastián. Ambos festivales tienen una oferta eclética que permite segmentar públicos y que, en los últimos años, está consiguiendo una notable renovación. Este trabajo es clave para garantizar su continuidad en las próximas décadas reivindicando el prestigio musical de la cornisa cantábrica durante el mes de agosto.

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