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Alejandro Mieres, desde aquellos viejos tiempos

Una exposición que recuerda su llegada a Gijón, cuando llevaba años sin pintar, y su integración en el universo artístico de la ciudad

"Constelación", obra de Alejandro Mieres.

En sus comienzos, Alejandro Mieres se veía sobre todo como un pintor romántico y más bien expresionista en la tradición española, por eso decía que su primer cuadro no figurativo supuso para él una conmoción. Una vez me contó, y publiqué, cómo estando preparando el lienzo para darle texturas de fondo y poner luego las figuras, y tras días de darle vueltas a la materia, notó de pronto que aquello por sí mismo tenía algo que decir y le sorprendió que le evocara el paisaje, la tierra labrada de sus abuelos agricultores. Cuando aquello sucedió, y fue su iniciación en la abstracción, eran los primeros tiempos de Alejandro Mieres en Gijón y la anécdota tiene mucho que ver con la exposición que precisamente alude a "aquellos viejos tiempos" y ocupa ahora la galería gijonesa Aurora Vigil Escalera.+

Porque cuando Alejandro Mieres llegó a Asturias en 1960 como catedrático de dibujo llevaba siete años sin pintar, más o menos desde la que fuera su primer exposición individual en la galería Macarrón de Madrid, y tenía muy baja su moral artística, incluso se planteaba dejar la pintura. No solo no lo hizo si no que llegaría a ser uno de los pioneros del arte abstracto, creando una de las obras más originales y sugestivas del arte español contemporáneo. Puedo asegurar que en ese proceso influyó en buena medida la acogida que tanto a nivel artístico como humano encontró en Gijón, y el estímulo que supuso su relación muy cercana e intensa con importantes pintores y escultores gijoneses y asturianos.

La exposición que comentamos tiene que ver con aquella relación con creadores que, sin militar aún la mayoría en la abstracción, sí sentían la inquietud de la modernidad y recuerda una de las épocas más interesantes y menos tratadas de la trayectoria de Alejandro. Por mi parte, y en un texto escrito para el catálogo de esta muestra, insisto en la importancia que tuvo para él que fuera invitado a participar en la tertulia artística y cultural de "El Sotanín" que había sido creada poco antes por José Ramón Ibaseta y llegaría ser foro y terreno fértil para toda clase de iniciativas y promociones relacionadas con el arte, adquiriendo una popularidad que trascendió más allá del ámbito regional. Alejandro Mieres fue uno de los tertulianos más activos y concurrentes más asiduos. Incluso figuró en una reducida exposición colectiva del grupo "El Sotanín" que la Caja de Ahorros organizó, itinerante por Oviedo, Gijón y Avilés. En ella dejó huella de su magisterio artístico, tanto en la creación como a nivel teórico y docente tan importante en el desarrollo cultural de Gijón, y se nutrió también de la amistad, los conocimientos y el estímulo de sus compañeros de tertulia.

Piñole, Magdaleno, Navascués, Bartolomé, Marola, R ubio Camín, Pepa Osorio, Orlando Pelayo, Vaquero Turcios, Linares, Antonio Suárez, Úrculo... unos de asistencia casi diario, otros esporádica, en función de su lugar de residencia o de sus circunstancias personales, Piñole no faltaba cuando celebraban allí su cumpleaños. Y además sin duda otros muchos artistas de Gijón y del resto de Asturias, compartieron amistad, conocimientos e inquietudes con Alejandro Mieres a lo largo de toda su vida. Pero aquellos de los primeros y hoy viejos tiempos merecen ser recordados, con la obra de algunos de ellos, al lado y como homenaje de algunas pinturas recientes de un personaje inolvidable para el arte asturiano.

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