No se trata de apuntar, darle al automático, disparar a ver qué sale. Que puede llegar a ser muy vistoso y sugerente, por qué no. Pero aquellos cazadores de imágenes que busquen dar un plano más allá, eligiendo asuntos que nos tocan la fibra sensible y a los que quieren dar un punto de calidad distintiva con el que provocar sensaciones especiales. Distintas. El arte de la fotografía tiene al maestro Art Wolfe como insuperable maestro de ceremonias, dando a sus alumnos la posibilidad de acceder a secretos y técnicas que aprendió a lo largo de cuatro décadas de profesión. Con el coautor, Rob Sheppard, desafía a los lectores / viajeros a poner del revés sus prejuicios limitadores, a ver más allá del objetivo humano que hay delante para que la luz y las sombras se alíen en la consecución de la imagen perfecta, a elegir la cámara y el objetivo más indicados para convertir en algo visible lo que se tiene solo en la cabeza, formular los 10 pecados capitales de la composición y cómo evitarlos.
Se pregunta en su prólogo Dewitt Jones, reputado autorde "National Geographic", cómo llegar a ser un gran fotógrafo? "Todos los fotógrafos profesionales que he conocido se han esforzado durante años para alcanzar el éxito. ¿Pero cómo se debe practicar? Es recomendable contar con ciertas directrices para que esa práctica resulte útil y eficaz. En caso contrario, hará muchas fotos pero sin lograr la experiencia necesaria para mejorar. El libro que tiene entre manos le ofrece esas directrices". Y recomienda, antes de ponerse a leer, observar las fotografias: "No las analice, disfrútelas. Está ante uno de los mejores fotógrafos de nuestro tiempo: deje que las imágenes le enseñen. Deje que su vista comprenda las lecciones que el texto acabará por enseñar a su cerebro". Art y Rob "no solo son maestros de este arte, sino también de su forma de vida (...) Equipo, composición, técnicas de trabajo, sin duda, pero también la inspiración y descubrirse a uno mismo. Estudie el mundo, disfrútelo, experiméntelo".
Advierten las primeras páginas que "la fotografía de calidad no siempre trata de cambiar el mundo, aunque pueda tener este efecto. La buena fotografía consiste en crear imágenes que sirvan para algo más que captar un momento. Consiste en mostrar a los demás lo que creemos que merece la pena destacar en el mundo, y hacerlo de tal forma que las imágenes conecten con el espectador y le provoquen una sensación". Sheppard reclama al lector "fotografiar sin complejos, lo que le servirá para encontrar imágenes de calidad de cualquier sujeto, en cualquier localización. Simplemente necesitará una actitud abierta, sin prejuicios sobre las localizaciones o los sujetos que puedan llevarle a conseguir una buena foto. Todos los fotógrafos intentamos buscar una forma mejor de comunicarnos con los demás a través de nuestras imágenes. Es un viaje personal, que cada uno debe emprender en solitario. Disfrute con su fotografía, con su relación con el maravilloso mundo que nos rodea. La fotografía puede ser un reflejo personal de lo que considere importante y un vehículo para compartirlo con los demás. Disfrute del viaje."
