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Laberinto griego, lo póstumo de Philip Kerr

La despedida de un autor de novela negra que forjó a su personaje central en la Alemania nazi

Laberinto griego, lo póstumo de Philip Kerr

Philip Kerr (1956-2018) se convirtió en uno de los escritores de novela negra más conocido y vendido en nuestro país; sobre todo después de ganar el Premio RBA-2009 con Si los muertos no resucitan. Antes se había dado a conocer con la trilogía Berlín Noir, compuesta por Violetas de marzo (1989), Pálido criminal (1990) y Réquiem alemán (1991), protagonizadas por Bernie Gunther su personaje talismán. Kerr ha explotado la idea de justicia imposible, lo mismo que Carlo Lucarelli en la Italia fascista con su comisario De Luca o Ernesto Mallo en la Argentina de la dictadura militar con su comisario Lascano, El Perro. O en la España franquista, Francisco González Ledesma con el inspector Ricardo Méndez. La cuestión que ellos plantean es la siguiente: en una dictadura donde mata el Ejército, donde mata la Policía, ¿puede existir un policía honesto que se limite a realizar su trabajo sorteando cínicamente lo que le rodea? La mayoría responderíamos que eso es imposible. Ellos responden que es posible, por eso crearon personajes honestos en medio de la barbarie represiva y criminal.

El protagonista creado por Kerr, Bernie Gunther, es un encallecido investigador que trabaja en la Alemania de Hitler con gran repugnancia hacia los nazis. De pelo rubio, ojos azules, nariz rota, nudillos de acero y que trabaja bajo el foco de luz emitido por un flexo. No cree en revoluciones porque piensa que arden muy bien pero se convierten en cenizas rápidamente. No conoce el miedo y no respeta la autoridad. A medida que envejece en la Alemania de Hitler, se siente culpable de estar vivo. Es deslenguado, irónico y muy cínico, como armas para sobrevivir en la bestialidad nazi, una especie de Oscar Wilde sin pulir con una Walther PPK cargada y lista para disparar. Su obsesión es resolver asesinatos y hacer justicia en ese régimen criminal. Hay dos componentes que lo convierten en único: su humor negro y las escenas de sexo explícito. Respecto a esto último es célebre la visual escena de cama con la actriz favorita de Goebbels en La dama de Zagreb (2015).

Ahora nos llega a las librerías españolas Laberinto griego, una novela póstuma sobre el Holocausto de los judíos griegos. La novela arranca con Bernie Gunther en Munich en 1957, en plena Baviera, bajo el nombre ficticio de Christof Ganz y trabajando para una compañía de seguros. Un viejo conocido lo identifica y le ofrece un trabajo que no podrá rechazar: investigar la reclamación por el hundimiento de un barco que había pertenecido a un judío deportado a Auschwitz. El caso le llevará a Tesalónica y a la terrible historia de la deportación masiva de su población judía durante la Segunda Guerra Mundial. En sus páginas vamos a encontrar los elementos históricos que Philip Kerr domina a la perfección: la Alemania durante la República de Weimar, la subida al poder de Hitler, el régimen nazi, la II Guerra Mundial y la época de posguerra sobre todo con el gobierno de Konrad Adenauer, Canciller Federal de Alemania desde 1949 a 1963. En esta novela, además, Kerr nos ilustrará con los juicios a criminales de guerra en Grecia, como Arthur Meissner, y una protección velada y poco conocida hacia él de la reina Federica de Grecia, que era alemana. Así como la indemnización alemana a Grecia como pago a los daños de la guerra, una cantidad irrisoria de 115 millones de marcos, que apenas alcanzaban los 26 millones de dólares. En todo esto, su detective Bernie Gunther tampoco es capaz de descubrir donde se escondió o el camino que siguió el oro robado a los judíos de Tesalónica, que se calcula cercano a los diez mil millones de dólares en el mercado actual. Con ironía, Philip Kerr termina la novela diciendo que no es necesario descubrir dónde se encuentra ese oro ni quien lo robo, porque todo el mundo sabe que los que se apropiaron de él fueron Clint Eastwood y Telly Savalas, como se documenta en la película Los violentos de Kelly (p. 408).

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