Esta Lista de locos que, 20 años después, devuelve a la vida Xordica figura entre lo más curioso de la peculiar obra de Bernardo Atxaga. Para desmemoriados y tiernos, Atxaga lo petó en 1988 con Obabakoak, 26 cuentos interrelacionados, escritos en euskera como todo lo suyo, donde recreó la vida de "los de Obaba". Una sublime mezcla de fantasía y realidad que a Atxaga le valió el Nacional de Narrativa y el honor de ser padre de la obra en euskera de mayor repercusión internacional. Lista de locos arranca de los "alfabetos de ejemplos" que usaban los monjes medievales para tener a mano recursos con que articular sus prédicas. Cuenta Atxaga que los alfabetos se apoderaron de él y, en apenas un año, ya eran diez los vertidos al papel. Este volumen alberga 16 piezas, entre alfabetos y cuentos protagonizados por letras, que viajan de Groenlandia a Borges pasando por el plagio, la cultura vasca o Holden Caulfield. Superior.
